Segundo Debate Presidencial 2023.

Publicado: 09 oct 2023
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A dos semanas para las elecciones generales del 22 de octubre, el evento electoral que se desarrolló en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) fue visto y escuchado por miles de espectadores y oyentes a través de los medios pertenecientes a Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado, y si bien la suma total de audiencia entre todos los canales llegó a alcanzar picos de 36,5 puntos en la primera hora y de casi 39 en la segunda, la cosecha se ubicó por debajo de la que tuvo una semana atrás, cuando las dos horas del debate promediaron 39,8 puntos de rating en la suma de todas las pantallas, con picos que oscilaron los 45 puntos durante la segunda hora.

Este segundo encuentro que enfrentó por dos horas a Sergio Massa (UP); Javier Milei (LLA); Patricia Bullrich (JxC); Juan Schiaretti (Hacemos por un País) y Myriam Bregman (FIT), fue mucho más picante que el primero, estuvieron mejor administrados los derechos a réplica, hubo más cruces y frases más polémicas.

A diferencia del primero, los opositores incorporaron el escándalo de Martín Insaurralde. Así lo hizo Bullrich y Massa le respondió que, a diferencia de ella que no le pidió la renuncia al diputado Gerardo Millman, él sí lo hizo con Insaurralde. Milei continuó con su técnica de usar lentes e intentar dar un perfil académico con conceptos confusos. Schiaretti otra vez se centró en Córdoba y Bregman sostuvo una postura clara y en defensa del sector que representa.

En su minuto final, Massa dijo que en su posible gobierno «va a pelear por la distribución del ingreso». Aseguró que «lo peor ya pasó», y pidió a los argentinos que el 22 de octubre «vayan a buscar la bandera argentina al cuarto oscuro».

 

Un tema llamativo y curioso fue cuando el candidato Javier Milei, de La Libertad Avanza y referente del ultra liberalismo en el país, volvió a criticar el sistema de donación de órganos del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) con afirmaciones infundadas y graves errores.

Sin embargo, el Incucai aclaró en la red social X (ex Twitter)  que «para poder donar órganos, el fallecimiento de la persona que dona debe ocurrir en la terapia intensiva de un hospital«, ya que allí existen los medios para la preservación de los órganos que pueden ser trasplantados.

Llegado el momento, los médicos determinan cuáles son los órganos aptos para el trasplante. En caso de los tejidos, no es necesario que la muerte se produzca en una terapia intensiva. Por estas condiciones y requerimientos, la posibilidad de ser donante de órganos se da en 4 de cada 1.000 fallecimientos.

En Argentina, se considera donante a toda persona mayor de 18 años que haya manifestado su voluntad afirmativa o que no haya dejado constancia expresa de su oposición. En el caso de los menores de 18 años, la autorización de la donación debe ser efectuada por sus responsables legales a cargo.

 

A lo largo de casi dos horas, los aspirantes a la Casa Rosada cruzaron ideas, propuestas y chicanas centradas en uno de los ejes más calientes del encuentro: la política de seguridad.

Otros temas presentes que escaparon a lo estipulado fue la mención al ataque de Hamas a Israel y las diferencias de criterios entre los candidatos, a pesar de que la política internacional no fue elegida por la ciudadanía como un eje a debatir.

También hubo referencias a la política económica, protagonista del primer debate presidencial, un dardo que utilizaron los candidatos contra el candidato del oficialismo.

Desde un primer momento, los candidatos buscaron elevar el tono del primer debate presidencial en Santiago del Estero.

Massa se mostró resuelto, pero obligado a devolver duras críticas por la inflación, la pobreza y la corrupción.

Milei insisitió con el tono doctoral, pero recibió estocadas por el tema venta de órganos y la portación de armas.

Bullrich recuperó la iniciativa en materia de seguridad, intentó golpear a Massa y Milei, pero careció de propuestas, algo que una vez más sus rivales le enrostraron.

Schiaretti y Bregman no lucieron, y la dirigente trotskista evitó la condena a Hamas por la masacre en Israel y, en cambio, mencionó la «ocupación del territorio y el Apartheid» contra Palestina.