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Egle Almada, Centro Cultural La Paternal, en Comunas un Desafío.
Publicado: 03 jun 2024
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En nuestro programa del sábado tuvimos el gusto de entrevistar telefonicamente a Egle Almada, la Coordinadora del Centro Cultural La Paternal
Tiene una amplia formación en teatro y su historia personal se entrelaza con la del Centro. Vivió en el exilio en México durante la última dictadura militar y a su regreso fue convocada para armar un centro cultural, el que es hoy “La Paternal”.
Al principio funcionó en su casa , después en la escuela cooperativa Fishbach (de Juan Agustín García y Boyacá), y por último en la escuela pública La Pampa (de Caracas y Gaona).
La llamamos, además, para que nos relatara lo sucedido esa mañana del sábado en el abrazo al Centro Cultural La Pater-Villa General Mitre para defender el derecho a la Cultura y por el NO cierre de los Talleres.
Aqui dejamos sus dichos en nuestro programa:
«Estaba escuchando que estaban hablando de Norita (Cortiñas) hoy cerramos el evento con un abrazo emblemáticamente a Norita porque la convocatoria era un abrazo a los 36 Centros Culturales, a la cultura, la cultura que no son las manifestaciones culturales a eso que somos los argentinos hermosos, el mate, la solidaridad, lo que somos los argentinos tenemos que ponerlo en valor y abrazarnos, esta era la idea, no importa el espacio, no hicimos un abrazo fuera del Centro Cultural sino que lo hicimos en el corazón del centro, porque estamos esperando, estamos buscando todos abrazarnos y aunarnos en esto que es inherente al argentino.»
«Esto fue en Villa General Mitre es uno de los centros culturales del programa cultural en barrios nos llamamos La Pater-Villa General Mitre porque cuando lo abrimos estábamos los Centros de Gestión y Participación (CGP) y todo formaba parte de todo, una misma identidad.
El acto fue hoy a las 11 de la mañana (sábado 2) y estamos todos muy conmovidos; vinieron del Centro Cultural de Floresta, el Baldomero, de Lugano el sur siempre presentes, estuvieron los tres centros del Bajo Flores, estuvo el Olmedo de Caballito, estuvo La Casita de la Selva, estuvieron muchos compañeros, porque intentamos con el trascurrir del tiempo seamos los 36 Centros Culturales, que nos abracemos y en verdad lo que viene sucediendo es que estamos siendo diezmados gota a gota, desfinanciados en los proyectos, les aclaro a todos los que nos escuchan que somos muy baratos, somos muy baratos pero trabajamos con mucho corazón, por eso este proyecto del programa Cultural en Barrios persistió y duro durante 40 años, (este año cumplimos 40 años).»
«El programa Cultural en Barrios se abre después de la dictadura, después que la Ciudad era todo una fiesta, después de Teatro Abierto, después que en cada esquina había manifestaciones artísticas por todos lados se arma el programa, éramos más pero hoy son 36 Centros Culturales que están emplazados en diferentes barrios, faltan más así que pedimos disculpas a aquellos que no tengan en su barrio.
En cada centro hay alguna posibilidad de participar en diferentes talleres con diferentes manifestaciones artística y además ese proyecto de cada centro tiene una identidad que habla del barrio; los barrios son todos hermosos pero laten cada uno a su ritmo y hay que respetar esa identidad.»
«Con esta gestión se está tratando de centralizar la gestión y tomar directivas directamente desde la gerencia, y viste no hay nada mejor que <ser territorio> para que la cabeza piense bien y en una oficina es muy difícil saber como late cada barrio.
Pero por otro lado tuvimos recortes desde el principio de año; nosotros emitimos los contratos en diciembre o sea que cuando llega marzo cobras y estas esperando tu cobro de lo que firmaste en diciembre, (para que sepan un docente gana 40.000 pesos) nosotros tenemos mil y pico de personas que pasan por el Centro Cultural, así que cada docente contiene entre 30 y 40 personas, durante 1 mes, 4 clases al mes y le pagan 40.000 pesos; pero más allá de eso que se sostiene por el corazón de los docentes, es muy difícil ser docente de un centro cultural porque como no es un diseño estanco como una escuela de arte, el docente es lo suficientemente dúctil y eso es lo que le gusta al docente del programa para estar atento a cada una de las problemáticas de cada uno de los individuos que viene al Centro Cultural, de cada uno de los ciudadanos.»
«En los centros culturales lo que sucede además de todo esto es como el barrio, viste que el barrio es el patio de la casa de cada uno de nosotros y los Centros Culturales son el corazón de cada barrio, es el living de cada barrio, es donde la gente llega y tiene un nombre y es reconocida y todos somos conscientes que somos únicos, diferentes pero que entre todos tejemos una red, es la red de la sociedad; en la calle no te das cuenta, en la calle no tenés posibilidades de abrazar a una persona, somos todas historias únicas que en los Centros Culturales tenemos la posibilidad de aunarnos, de conocernos, de bajar barreras, en un taller a lo mejor hay una señora adulta mayor, con una niña de 17, con una joven de 20 y ahí se dan cuenta lo importante que tiene cada uno para compartir y lo fundamental en los Centros Culturales es que cada uno puede abrazar la manifestación artística que quiera, que le sea más empática pero lo importante es que cada uno puede contar su historia desde donde la siente, entonces podes rubricarte y compartir esas rubricas con el otro y entre todos entramamos esto, esto que somos.
Somos hermosos los argentinos, somos hermosos los porteños, el hecho simbólico del mate nos atraviesa, ¿en que otro país del mundo la gente comparte algo de uno en uno?: en Argentina.«
«El problema específico de La Paternal es que tenemos compañeros a los que no le vamos a soltar la mano, que son jubilados, siempre han podido trabajar porque no hay incompatibilidad con un jubilado que en lo privado puede seguir trabajando, esto es una decisión política y no solamente los echaron sin previo aviso después de meses trabajados sino que además no les han pagado lo adeudado, así que el abrazo de hoy también es para ellos, es para todos nosotros.
Además de ser adultos mayores, donde cada vez se acostumbra más a dejar a los abuelos, o a la gente adulta o arrinconada o depositada en un hogar de ancianos, además les hacen esto, esto es terrible, (ojalá existiera hoy el INADI -Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) esto es una decisión política que son dos pesos y además de no soltarles la mano porque forman parte nuestra ellos somos nosotros, fundamentalmente son muy enriquecedores en los Centros Culturales porque cada uno de estos adultos mayores no solamente enseña su disciplina, comparte su disciplina, sino que además tiene una carga histórica atravesando la historia de Buenos Aires, no se los puede tirar por el balcón, esto puntualmente es lo más fuerte y lo más emocionalmente fuerte, porque lo demás también tiene que ver con el docente que renuncia por varias razones, algunos se han ido a Europa, son gente de circo, son gente joven, nosotros no tenemos la potestad del reemplazo de ese docente con lo cual el barrio se queda sin ese taller, sin esa posibilidad, si yo les contara las historias que hemos rescatado, las historias que han pasado.»
«Por ejemplo: hace unos años una nena venía al Centro Cultural, 12 años, yo le veía entrar pero venía sola, daba vueltas por el centro y se iba, un día salgo a las 10 de la noche y está ella en la puerta y le pregunto si esta esperando a la mamá, no mi mamá no se si va a venir, mi mamá a veces <se la pone y yo no vuelvo a mi casa no me gusta verla así>, le digo: <te acompaño a tu casa y vemos si tu mamá esta puesta te venís conmigo>, pasaron los años tuvo 14, 15 años y empezó a venir al Centro Cultural ya más formalmente, todas esas noches que no se podía quedar a dormir con su mamá se venía para mi casa, empieza a tomar talleres y encuentran que la música era como la manera donde ella podía expresarse, pasan los años y me llama y me dice <me acabo de recibir, soy profesora de violín, lamentablemente me recibí en la gestión de Milei porque no se donde voy a tocar el violín pero soy feliz tocando el violín>.
Esa nena si no hubiesen estado los Centros Culturales seguía durmiendo en la calle y no hubiese encontrado la manera de expresar su dolor, la manera de expresar su identidad, y hoy es una violinista impresionante, estuvo 4 años viviendo en mi casa, trabajaba en Avellaneda, y venía al Centro Cultural todos los días y abrazó una profesión.»
«El arte es eso, el arte sublima, el arte nos permite elevar nuestro espíritu, el arte nos hace más humanos, más sensibles», señala Egle emocionada.
«El año pasado una chica que venía del Bajo Flores de la villa y una chica que venía con chofer privado terminaron haciendo un número de circo y lo que me asombró, no es que la chica de la villa se había asombrado sino que la otra chica viene y al cierre me dice <lo que mejor me llevo de este lugar es a una amiga que si no hubiera venido acá no hubiera tenido que es la chica que vive en Bajo Flores>
Y finaliza el relato contandonos lo ocurrido esa mañana:
«Nosotros hoy hicimos un abrazo caracol, porque la estábamos abrazando a Norita y todos nos emocionamos y nos sentimos juntos, esa es nuestra cultura, eso es lo que tenemos que recordarle a los que nos están escuchando, recordémonos, recordemos a nuestros abuelos cuando nos abrazaban, recordemos el mate en la calle, recordemos al amigo del barrio, las plazas llenas de gente, no permitamos que nos digan que somos feos, malos y que tenemos que sufrir, nosotros somos el abrazo, somos el abrazo abierto al desconocido, y esos son los Centros Culturales que nos recuerdan siempre quienes somos.
El encuentro de hoy se abrió con lengua de señas y la gerenta operativa cuando vió ese taller en la grilla me dijo esto no es cultura….. pero hoy la gente se emocionó tratando de entender que es lo que nos decían nuestros compañeros en lenguas de señas y todos entendimos lo que decían y feo hermoso.»