80 Años de Bretton Woods.

Publicado: 22 jul 2024
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¿Que es el FMI? Cuándo se fundó? ¿Con qué objetivos? ¿Por qué el Dólar es la moneda mundial de referencia? ¿Que es el Banco Mundial?

 

Todas estas preguntas no pueden ser comprendidas si no partimos del momento mismo en donde ellas nacen.

Este hecho tiene lugar en la Conferencia de Bretton Woods, acontecida entre los días 1 al 22 de julio de 1944.

En ella se establecen los lineamientos fundamentales del funcionamiento del sistema económico mundial. Para lograr comprender cuáles fueron los motivos que llevaron a dicha Conferencia, es necesario hacer un repaso histórico de cuáles fueron las causas que llevaron a EE.UU. a proponer que había que organizar un sistema económico mundial, «con reglas claras e instituciones que se encarguen de fiscalizar que dichas reglas se cumplan».

Era 1944. El planeta estaba aún en plena Segunda Guerra Mundial, que derivó de los grandes temas que no se resolvieron durante la primera, y los coletazos de la Gran Depresión aún se hacían sentir casi tres lustros más tarde.

Además, comenzaban a configurarse los polos de poder y las dinámicas geopolíticas que determinarían el rumbo de la humanidad durante los siguientes 45 años. Se necesitaba un sistema que estuviera por encima de esas diferencias.

Por eso, representantes de 44 países se reunieron entre el primero y el 22 de julio de ese año en la localidad de Bretton Woods (New Hampshire, EEUU). con el propósito de sentar las bases de una cooperación internacional que garantizara el crecimiento y la cooperación entre las naciones participantes.

La delegación de Estados Unidos estaba liderada por Morgenthau y White, la británica por John Maynard Keynes.

Antes de la conferencia hubo debates sobre los planes de Keynes y White. Ambos tenían acuerdo en la necesidad de crear un organismo para financiar a los países con problemas en la balanza de pagos. Este asunto era relevante porque por los desastres de la guerra varios países estaban en una debilidad que amenazaba al sistema económico internacional.

 

Allí fue donde se establecieron las reglas para las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados del mundo.

En Bretton Woods se impulso el fin al proteccionismo económico del período de entre guerras de 1914-1945, que se inició con la Primera Guerra Mundial. Se consideraba que, para llegar a la paz, tenía que existir una política librecambista, donde se establecerían las relaciones de las diferentes naciones con el exterior.

 

 

En 1947 tanto Estados Unidos como Inglaterra concentraban casi el 50 % de los votos (34,23 % Estados Unidos y 14,17 % el Reino Unido).

 

Las decisiones del FMI son tomadas por un directorio ejecutivo (“board”) en el que los países imperialistas tienen la mayoría absoluta (Estados Unidos es el que más votos tiene, acumulando el 16,75%; en el otro extremo todos los países de Latinoamérica juntos no llegan a 5%).
Todos los países miembros aportan cuotas al Fondo, que “teóricamente” las puede prestar ante situaciones de crisis económicas, con el objetivo de ayudar a esas naciones a resolverlas.

En la práctica, el directorio ejecutivo decide a quién prestarle y le exige a cambio los llamados “planes de ajuste”.

Estos consisten en violentos programas antipopulares que siempre incluyen bajas de salarios y jubilaciones, devaluaciones, recortes en salud y educación, y en muchos casos privatizaciones. Garantizando, de ese modo, la continuidad de las ganancias de las empresas y bancos transnacionales más importantes del mundo.

De aquella conferencia surgió el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (que después pasó a formar parte del Banco Mundial). El objetivo de la institución, claramente establecido en el nombre, no dejaba lugar a dudas sobre su propósito.

El resto de la banca de desarrollo global tal como la conocemos tuvo su germen en ese cónclave y las instituciones que nacieron en él. Algunos bancos de desarrollo surgieron como satélites de esa influencia, y otros por la razón opuesta: para distanciarse de Estados Unidos.

El nuevo orden mundial estaba construido de acuerdo a las necesidades de Estados Unidos de sostener su hegemonía en una situación en la que las bases económicas y financieras se habían trastocado.

“Hacia principios de los ’70 la nueva crisis económica internacional y los primeros síntomas de declinación de la hegemonía norteamericana, llevaron a Estados Unidos a poner fin a los acuerdos de Bretton Woods desvinculando definitivamente al dólar del oro”, explican los economistas.

La noche del domingo 15 de agosto de 1971, el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, interrumpió la transmisión de los canales de televisión durante las horas de mayor audiencia para ofrecer un mensaje que cambiaría la economía mundial para siempre.

«He ordenado al secretario [del Tesoro] Connally que suspenda temporalmente la convertibilidad del dólar por oro», dijo el mandatario poniendo fin a una de las bases de la economía internacional de posguerra.

Aquel acuerdo, por medio del cual el dólar se devaluaba 8,5% en relación con el oro mientras que las monedas de los otros 10 aliados de EE.UU. se revaluaban ante la moneda estadounidense, solamente duró 15 meses antes que colapsar y , para 1973, la mayor parte de esos países dejaban flotar su moneda frente al dólar.

Todavía hay debates en torno al éxito del «Nixon shock». Salvó a Estados Unidos de una crisis, pero hizo que la economía mundial fuera más inestable. Y no evitó la inflación siguiera azotando a Occidente durante la década de 1970.

arton10456-ec521-dc488Desde la creación del FMI, las características esenciales y su mecanismo de funcionamiento permanecieron invariables.

El FMI tiene dos instrumentos para presionar a sus miembros a cumplir las reglas para mantener más o menos el orden monetario internacional. Por un lado condiciona sus préstamos y el efecto de los informes regulares. Ambos instrumentos sólo se pueden aplicar en los países atrasados y dependientes.

La forma en que se distribuyó el poder dentro del organismo reprodujo la disparidad entre los países miembros. El número de condicionalidades en los programas del Fondo ha crecido desde los años 1970, y mucho más desde fines de los 1980, en especial, las reformas estructurales, dificultando su cumplimiento a los países miembros.

 

Argentina no fue invitada a la conferencia de Bretton Woods porque aún no había declarado la guerra, luego Perón rechaza el ingreso al FMI por ser un organismo injerencista que no permitía, por ejemplo, la existencia del Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI). Finalmente, Argentina ingresa al Fondo durante el gobierno militar de Pedro Eugenio Aramburu.

Argentina mantuvo varios acuerdos con el FMI  entre 1982 y 2004, la Argentina estuvo prácticamente en todo momento con acuerdos con el organismo. Ningún otro país de ingresos medios estuvo tanto.

Las consecuencias de dichos acuerdos fueron diversas políticas de ajuste, y privatizaciones a precios de remate. Los distintos gobiernos de turno avalaron el endeudamiento.

En 2006 el entonces presidente Néstor Kirchner cancela lo adeudado con el FMI con un pago de U$S 9.600 millones.

Pese a ser una deuda que es ilegal e ilegítima como lo demostró Alejandro Olmos y el fallo del juez Ballesteros.

El fraude de la deuda se llevó adelante con la colaboración del Fondo, el Banco Mundial y bancos privados.

Durante el macrismo se recurrió al FMI.

El organismo concedió el préstamo más grande de la historia del organismo, unos U$S 57.000 millones. La historia terminó en una nueva recesión.