Retroversión Uterina.

Publicado: 02 ago 2024
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La retroversión uterina es un cambio anatómico en la orientación del cuello uterino.
Las complicaciones debidas a un útero inclinado son raras, incluso en el embarazo.
Es decir, tener un útero en retroversión o retroversión de útero no significa que exista una enfermedad.
En la mayoría de las mujeres (cerca de un 70%) observamos que su cuello uterino tiene una curvatura hacia delante (hacia el ombligo); en el resto (3 de cada 10 mujeres), la curvatura de su cuello uterino se dirige hacia atrás.
El diagnóstico del útero en retroversión puede hacerse en un examen ginecológico rutinario, normalmente la primera vez que la mujer acude a este especialista.
A veces, se utiliza una ecografía para confirmar la presencia de retroversión uterina y descartar causas más graves, como fibromas uterinos o endometriosis.
Sin embargo, a pesar de que los úteros en retroversión generalmente no causan problemas de salud, a menudo surgen dudas sobre hasta qué punto la retroversión del útero afecta a la fertilidad, las relaciones sexuales o la menstruación. En este sentido, un útero en retroversión no debería afectar la fertilidad.
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Síntomas del útero en retroversión
La mayor parte del tiempo las mujeres que presentan un útero en retroversión, ya sea de nacimiento (causas congénitas) o desarrolladas en su adolescencia o edad adulta (causas adquiridas); pueden vivir toda su vida sin saberlo, ya que los síntomas del útero en retroversión no suelen ser visibles.
Ocasionalmente, cuando aparecen problemas asociados con el útero en retroversión, las pacientes mencionan:
  • Dolor pélvico, especialmente al evacuar, que puede llevar al estreñimiento crónico.
  • Síntomas menstruales intensos o problemas para insertar un tampón.
  • Dolor en la parte inferior de la espalda.
  • Dolor en ciertas partes durante las relaciones sexuales (dispareunia) debido al choque del pene contra el cuello uterino.
  • Incontinencia urinaria leve.

 

Causas del útero en retroversión
Cuando la causa del útero en retroversión es congénita, significa que en el desarrollo fetal de la bebé se ha modificado la posición anatómica de su cuello uterino y, por lo tanto, lo presentará en retroversión uterina al nacer.
Cuando la causa del útero en retroversión es adquirida, son situaciones externas las que pueden alterar la posición anatómica uterina:
  • Debido a la presencia de tejido cicatricial que se adhiere a la pared uterina y ejerce tracción cambiando la posición del cuello uterino hacia atrás.
    • Endometriosis.
    • Cirugía pélvica.
    • Cesáreas.
    • Abortos.
    • Inflamación de las trompas de Falopio.
    • Enfermedad pélvica inflamatoria.
  • Debido a la presencia de crecimientos en el útero.
    • Fibromas uterinos.
    • Tumores.
  • Debido a cambios hormonales.
    • Niveles bajos de estrógeno durante la menopausia.

 

Útero en retroversión y embarazo
Durante mucho tiempo se creyó que la retroversión uterina estaba asociada a problemas para quedar embarazada.
En la actualidad la evidencia indica que la posición del útero no afecta la fertilidad de la mujer, ni su posibilidad de tener un embarazo normal. 
Tan solo en el caso de dolor o incomodidad durante el acto sexual en la penetración (dispareunia) se recomienda la posición genupectoral (boca abajo apoyada sobre sus rodillas para que la mujer y el hombre por detrás).
No existe una correlación entre un útero en retroversión y las complicaciones durante el trabajo de parto o el momento del parto en sí. De hecho, el embarazo hará que su útero cambie a una posición. Esto se debe a que, por lo general, el útero se expande más allá de la pelvis después del primer trimestre y se ajusta a la típica posición hacia delante, para después, posparto, volver a su posición.
Sin embargo, si la mujer tiene una afección como la endometriosis (que puede provocar una retroversión del útero), esto podría dificultar la concepción, pero se debe a la condición en sí, no a la inclinación de su útero.
Tratamientos para el útero en retroversión
La gran mayoría de las mujeres que presentan un útero en retroversión de causa congénita y nunca ha ocasionado síntomas, no requieren tratamiento. De hecho, pueden llevar una vida completamente normal.
 Solo en ciertos casos, un útero en retroversión puede requerir de tratamiento:
  • Tratar una afección que ha causado problemas uterinos (como endometriosis o fibromas).
  • Colocar un pesario. Son dispositivos de silicona con forma de rosquilla que se colocan debajo del útero y lo mantienen en su lugar. Los pesarios se pueden colocar de forma temporal o permanente para reorientar el útero. Aumentan el riesgo de inflamación e infección, así que si decide colocarlo un profesional de la salud siempre debe comunicarse si nota que algo no está bien.
  • La cirugía laparoscópica mínimamente invasiva puede estar indicada en algunas situaciones.

 

En conclusión, tener un útero en retroversión se considera normal, es un cambio anatómico en la orientación del cuello uterino que no conlleva ninguna complicación de salud. Son muy raras las situaciones que requieren de tratamiento y aquellas que lo requieren son debidas a las causas adquiridas que han provocado la reorientación uterina hacia atrás.

 

Las mujeres con retroversión uterina no deben preocuparse por la fertilidad u otros posibles problemas, ya que estos suelen ser muy infrecuentes. Educarse a sí misma y mantenerse informada sobre la condición puede ayudar a reducir la ansiedad relacionada con tener un útero en retroversión.