Día Internacional de las Mujeres Rurales.
En 2007, la Asamblea General de la ONU estableció el 15 de octubre como el Día Internacional de las Mujeres Rurales para reconocer su enorme aporte en el ámbito rural y avanzar en el camino de la igualdad de género en el mismo.
Las mujeres rurales y su trabajo aseguran la mitad del sustento alimentario del planeta, por lo que son fundamentales para la mejora de la seguridad alimentaria y la lucha contra la pobreza. En efecto, la ONU estima que si tuvieran el mismo acceso a recursos productivos que los varones, “el rendimiento agrícola podría aumentar entre un 20 y un 30 por ciento, por lo que alimentarían a entre 100 y 150 millones de personas”.
Además, frecuentemente son las mujeres quienes lideran la lucha contra el cambio climático, llevando adelante prácticas de agricultura sostenible, desarrollando estrategias de resiliencia en sus comunidades y generando iniciativas de reforestación y recuperación. Sin embargo, son también quienes más se ven afectadas por los efectos del cambio climático.
La ONU afirma que las mujeres rurales representan una cuarta parte de la población mundial y trabajan como agricultoras, asalariadas y empresarias. Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras. Además, garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático.
Sin embargo, las mujeres campesinas sufren los múltiples aspectos de la pobreza y pese a ser tan productivas y buenas gestoras como sus homólogos masculinos, no disponen del mismo acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de valor, salud ni educación. Mundialmente, los indicadores de género y desarrollo muestran que las campesinas se encuentran en peores condiciones que los hombres del campo y que las mujeres urbanas.