Día Mundial Contra la Neumonía.
Desde 2009, el 12 de noviembre se celebra como el Día Mundial contra la Neumonía, infección respiratoria aguda que afecta principalmente a la población en los extremos de la vida; los niños, principalmente menores de 5 años de edad y los adultos mayores de 60 años, aunque puede presentarse a cualquier edad.
La neumonía se cobra la vida de casi 800.000 niños menores de cinco años al año, lo que la convierte en la principal causa de muerte entre la población infantil, incluyendo a muchos recién nacidos, que son muy vulnerables a esta enfermedad.
Se podría decir que es una de las enfermedades más desatendidas.
Su nivel de mortalidad es tan alto, porque en la mayoría de las ocasiones se le considera un resfriado común o en el peor de los casos, malaria, pero lo cierto es, que cuando por fin es diagnosticada de forma correcta ya es demasiado tarde. Se está avanzando para evitar las muertes por neumonía pero muy lentamente.
Con la celebración del Día Mundial contra la Neumonía se desea sensibilizar al público acerca del problema de salud pública y ayudar a prevenir la pérdida evitable de millones de vidas de niños, que se registra cada año por causa de esa enfermedad.
El Día Mundial contra la Neumonía busca recordar que esa dolencia representa un grave problema de salud pública y concienciar a la población de que se trata de una enfermedad que se puede prevenir.
La neumonía, también conocida como pulmonía, es una enfermedad que provoca la inflamación de los pulmones por la presencia de una infección producida por virus o bacterias.
Con los equipos adecuados, principalmente placas torácicas o radiografías se puede detectar a tiempo y detener por completo con el suministro de un antibiótico. Es más, se ha comprobado que si la enfermedad se diagnostica a tiempo, reduce su mortalidad en un 42% en los niños de 2 años o menos.
El problema con la neumonía, es que en muchos países en desarrollo no se cuenta con las políticas públicas, ni el nivel de inversión adecuado para diagnosticar y tratar la enfermedad. Es solo cuando el niño no responde al tratamiento que los médicos se dan cuenta de que están ante la presencia de la neumonía y para entonces es demasiado tarde.