Aprobaron el Código Urbanístico (CUR) en la C.A.B.A.
En la última sesión del año, y en el marco de una jornada maratónica, la Legislatura porteña aprobó las actualizaciones al Código Urbanístico (CUR).
El Código, que viene a modificar el de 2018, fue votado con 31 votos del oficialismo y sus bloques aliados, mientras que Unión por la Patria (UxP) anunció que se abstendría al advertir que el proyecto es «insuficiente» y no refleja una «planificación integral«. Hubo entonces 18 abstenciones y 11 votos negativos.
La reforma periódica del CUR está prevista por ley y partió de un diagnóstico colectivo a través de la participación de todos los actores, mediante reuniones con vecinos, profesionales, instituciones y legisladores.
El nuevo código preservará el carácter de los barrios a través de la búsqueda de un equilibrio en la altura de los edificios construidos en cada manzana, y reversa los grandes desarrollos inmobiliarios para las avenidas que cuentan con la infraestructura de servicios adecuada.
Además, entre otros puntos, la nueva normativa amplía los centros libres de cada manzana, porque impulsa espacios más permeables que favorecen la entrada de aire y sol y promueve la calidad ambiental de los barrios.
El nuevo Código crea un sistema de incentivos para el desarrollo constructivo de la zona Sur, históricamente postergada. Así, quienes construyan edificios para viviendas en determinadas áreas de esa parte de la Ciudad verán reconocida esa capacidad constructiva en determinados corredores de la zona Norte.
Además, promueve áreas de desarrollo prioritario, como Constitución, Flores y Nueva Pompeya, para poder buscar soluciones particulares a problemas específicos.
Tras su aprobación en primera lectura, la realización de 15 reuniones con cada una de las comunas, una audiencia pública que duró 8 días para escuchar a cientos de vecinos inscriptos y varias reuniones de comisión donde participaron vecinos, asociaciones barriales e instituciones técnicas, el texto final del proyecto aprobado tuvo algunas modificaciones para enriquecer el dictamen.
Entre ellas, se ajustó el APH32 Abasto, APH47 y barrio Los Andes. También se incorporó a Pompeya como Área de Desarrollo Prioritario, que se agrega a Constitución y Avellaneda que ya estaban en primera lectura.
Unión por la Patria cuestionó la iniciativa y según planteó la legisladora Claudia Neira, “la propuesta final no solo se queda a mitad de camino, sino que suma una herramienta como la capacidad constructiva adicional, algo que la Ciudad no necesita y que lo único que va a traer son nuevos problemas”.
“Lo más preocupante es que detrás de este Código no hay una planificación integral que oriente el desarrollo urbano de la Ciudad. Y hoy, una vez más, se dilapidó esa oportunidad”, opinó.