Control de esfìnteres en niños

Los niños pueden dejar los pañales cuando se encuentran maduros biológica, psicológica y afectivamente. Si bien el periodo de referencia para el control transcurre entre los dos y los tres años, cada niño tiene su propio tiempo, no hay que apurarlos ni demorarlos en este proceso.

Si bien la estimulación puede influir en algunos casos, no se aprende a controlar esfìnteres. Se trata más bien de una conquista que se adquiere de manera natural cuando el niño se encuentra preparado.

Una vez que el niño ha comenzado a controlar, pone toda su atención en esta conquista. Luego de un tiempo se transforma en un hábito consolidado. Para  esto es necesario
que:

1.- Los mecanismos fisiológicos tengan la maduración necesaria.
2.- Haya cierta regularidad o ritmo en los momentos para ir al baño (antes de la siesta o de
irse a dormir a la noche, antes de salir, al despertarse).
3.- El niño comience a asociar lo que está haciendo con sensaciones de agrado y/o
desagrado.
4.- Las personas que están acompañando este proceso tengan comprensión, respeto y tolerancia.

Son los mismo niños quienes comienzan a dar señales o indicios para que estemos alertas. Uno de los primeros signos que aparecen es que comienzan a avisar cuando ya se hicieron, este paso es  muy importante, ya que manifiesta su incomodidad, nos dice que algo ha cambiado. También se muestran molestos o inquietos con el uso del pañal, desean sacárselo y andar desnudos o con bombacha y/o calzoncillos.

Otro indicio es la retención durante tiempos prolongados, los niños retienen la orina y en algún momento hacen toda la cantidad junta. En muchas oportunidades, estos niños tienen el pañal seco durante periodos prolongados de tiempo y de un momento a otro lo llenan..

Como todo proceso, el control de esfìnteres no es algo lineal, sino que habrá muchos avances y retrocesos. Debe ser un proceso natural y sin presiones, en ocaciones la desmedida exigencia en el logro puede desembocar en problemas emocionales que afectan la vida de los niños.