Fortunato Mallimaci, habló en Comunas
Desde nuestros estudios mantuvimos una comunicación telefónica con Fortunato Mallimaci, investigador del CONICET, doctor en Sociológia y ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la U.B.A.
Nos informó de su estadía en España, al ganar un concurso y pasarse un mes en dicho país, con un grupo de profesores e intelectuales, dialogando y reflexionando sobre el tema de la Memoria.
Consultado sobre como ve la situación en estos seis meses de gobierno macrista nos dice, «la mayoría de las medidas son malas, del lado de los sectores populares o de las grandes mayorías, es un proyecto que apunta a mayor concentración, mayor privatización, mayor distribución para los ricos. No es comparable con las dictaduras, aunque con proyectos similares, no es el peronismo de Menem porque no es un gobierno peronista, aunque una porción significativa de la sociedad lo votó y un sector importante lo sigue apoyando, lo que lleva a pensar en los temas religiosos, cercano a las creencias políticas, casi una continuidad de los principios judeo-cristianos de promesa, de espera, ansiando el maná del cielo»
Siguió, «No creo que pase, los capitales no van a llegar, el tiempo de seis meses ahora es de un año pero supongo que lo que hacen no es sólo para ganar dinero, querrán ganar las próximas elecciones. Dicen que el gobierno anterior fue un desastre, todo lo que viene sucediendo es por culpa de los que gobernaban antes, hay que darles un tiempo y que el capitalismo que muchos creen que es la solución, que el Estado los jode, los Sindicatos los molestan, siguen esperando y creyendo en las promesas.»
«tenemos que reflexionar desde este lado, hacer a la inversa, cuales son los tiempos, cuales son las alternativas viables para que esa mayoría cambie. Creíamos que iba a ser el movimiento obrero despúes de la movilización del 29 de abril que aparecía como un actor que tantos queremos que aparezca, pero salió la ley y la vetaron y en la movilización de las CTA eramos poquitos, es cierto hubo mucha agua pero hubo mucha mas gente en «Ni una Menos» que también tenía otra connotación, y a mi me parece interesante ir viendo esos tiempos»
Continuó,»Tenemos que evitar las adjetivaciones hacia el otro, ejemplifico con un viaje que hice a Bahia Blanca donde sacaron el 72% de los votos y el Intendente con sus discursos pro-dictadura sigue teniendo una aceptación bastante importante; lo sucedido con Milagro Sala, reconocida por el Papa, presa en Jujuy y no citada explicitamente en el documento que redactaron las organizaciones contra la violencia de género y el caso de Milagro es violencia de género y violencia simbólica»
«Cuando los sectores de poder, el famoso bloque hegemónico está gobernando, los jueces no dicen nada, los diarios los protegen, los empresarios prometen y los otros sectores sociales empiezan a pensar dos veces que es lo que van a hacer, reciben dinero por arriba o por abajo, los gobernadores que uno creía que estaban con uno no lo están, hay que hacer una reflexión hacia atrás».
Agregó además, » Evitemos el adjetivo rápido, la acusación rápida, hay que ser muy cuidadosos con algunos compañeros que tienen otros tiempos, otras dinámicas y como dijo Garcia Lineras en su visita a nuestro país, para poder transformar se exige mucha fuerza social, mucha fuerza política, mucha fuerza simbólica para enfrentar a esos sectores que los vemos, están ahi, están en Brasil, están con los EEUU implementando políticas internacionales, poniendo a la delincuencia, el terrorismo, la trata de pèrsonas, el narcotráfico como una misma cosa y hay que combatirlos con las Fuerzas Armadas»
Acerca de la Marcha «Ni Una Menos» nos dijo: La marcha me pareció un símbolo de como politizar partidizando, verbalmente creo que es un ejemplo de como crear conciencia que movilice, que sume y que sea transversal, eso es valiosísimo de esta experiencia. El tema del patriarcado no es simplemente una ley, no es una condena, no es simplemente la educación, ver el tema de las familias, no sólo salir a las calles sino sumar todo eso en un proceso largo que va a exigir esperas, tiempos, sacrificios y promesas que se pueden cumplir, como salir a la calle una vez al año y exigir que el Estado haga cosas concretas y sino denunciarlo. No podemos seguir soportando que cada 30 horas una compañera sea asesinada. En el siglo XXI que significan esos varones que fueron educados de una u otra manera en un capitalismo que les dijo que eran proveedores y frente a las circunstancias que tienen que vivir les queda sólo la amenaza y a veces no sólo la amenaza, la acción que lleva a esos crímenes que se vienen cometiendo en nuestro país y en otros paises de América Latina»