Alejandro Otero, economista.
Nos comunicamos desde nuestro programa Comunas un Desafío con Alejandro Otero, nuestro habitual consultado cuando queremos entender un poco más las cosas que están sucediendo en nuestro País sobre todo en materia económica.
Comenzó la nota hablando del sincericidio del Presidente Macri cuando rectificó acerca de la mejora de la economía no ya para el segundo semestre del año si no para el tercer semestre, en línea con los pronósticos que no auguran buenas noticias para la mayoría en lo que resta de este año.
Nos habló tambien, » de la sobrestimación del efecto confianza que produciría la llegada de Macri a la presidencia, alentada por el establishment, retirando el «cepo» cambiario, devaluando y así generando una «lluvia de inversiones», menospreciando la historia que demuestra que los sectores más concentrados demandan beneficios para sí, recomposición rápida de las tasas de ganancias y siempre prometiendo inversiones pero exigiendo una fenomenal transferencia de ingresos de los sectores populares hacia ellos. El propio efecto inflacionario es un ejemplo de transferencia y han mejorado las condiciones de rentabilidad de algunos sectores como los exportadores y los financieros pero para que existan inversiones se necesita que los negocios funcionen, que haya consumo, que el nivel de actividad se sienta y que alguien consuma lo que se produce. Hoy tenemos un brutal efecto recesivo, es decir ha disminuido la capacidad de consumo, enfriando la economía y la demanda ha caído, lo que no lleva a esperar lluvia de inversiones y que sólo continúe el frío de este invierno crudísimo que estamos viviendo».
Al referirse a la interna que tiene el gobierno con el tema económico dice: » hay una disputa que trasciende el chisporroteo mediático entre el «moderado» Prat Gay que genera un ajuste moderado y los talibanes tipo Melconian que reclaman un paso más acelerado en relación al deficit fiscal y la política de ajuste brutal. Esta disputa hasta el momento no se ha saldado, hay una especie de primer tiempo, a partir de la devaluación, donde los que se han beneficiado son los sectores más concentrados que reciben sus ingresos en dólares (sector exportador y sector financiero) y este segundo tiempo donde el dólar se ha quedado un poquito beneficiando a aquellos que tienen sus ingresos en pesos pero que también tienden a dolarizar sus excedentes para luego fugarlos, incrementando deuda en dólares y una fuga de 6000 millones de la misma moneda. Tenemos funcionarios que dicen vayamos a un ritmo más moderado de ajuste a costa de incrementar el endeudamiento y otros que dicen aceleremos ajustando el deficit fiscal recomponiendo la condición de la mayoría.»
Cuando lo consultamos por los datos del INDEC que marcan que en 2015 hubo un crecimiento del 2,4% siendo el mejor de la región, como se explica que en 6 meses pasemos al actual escenario de recesión económica, nos respondió: «los sectores más concentrados ahorran, no consumen, no gastan, o sea beneficias la tasa de ahorro y no la de consumo, y si vos generas un incremento del ahorro a costa de la capacidad de consumo lo que logras es un enfriamiento de la economía. La gente tiene menos para gastar, menos para consumir, y después de la brutal devaluación, la inflación afecta los precios lo que lleva a las personas a no consumir y contraer la actividad económica. Lo que estoy tratando de decir es que la actividad política-económica ha ido apuntando a un fenomenal freno en la capacidad de consumo y esto es muy original en la historia de Argentina, porque en general este tipo de políticas se justificaban frente a un antecedente inmediato de crisis, de gran crisis, y esto no es lo que se observa ya que Argentina venía de una situación de moderado crecimiento, en un contexto mundial muy adverso pero donde algun nivel de movimiento tenía.»
Y continúo: «se aplicaron políticas que fueron contractivas, es decir, disminuyeron, desaceleraron e incluso revirtieron para algunos sectores esa situación de movimiento que tenía la actividad económica, es decir, que la responsable de que hayamos pasado de la situación anterior a ésta que se empeoró tiene que ver con el sesgo ideológico propio del gobierno.»