A 10 Años de «la Tragedia de Once»
Marcos Córdoba, el conductor de la máquina del Ferrocarril Sarmiento que el 22 de febrero de 2012 chocó contra el andén de la estación Once y causó una tragedia siguió diciendo cuando pedía la posibilidad de la libertad condicional (cumplió una pena efectiva de 3 años y tres meses):
“Yo tengo responsabilidad, anulé el dispositivo, pero no lo hice a propósito, nunca imaginé que algo así podía ocurrir”.
“Yo soy responsable de haber anulado el dispositivo del hombre muerto”, reiteró el motorman en otro tramo de la entrevista. Y al ser consultado por los motivos que lo llevaron a tomar esa determinación, contestó: “Es una costumbre, me enseñaron así en la práctica”. Luego, explicó: “La mayoría lo hace por momentos para descansar la mano”.
El test que le realizaron al motorman varias horas después del accidente arrojó un valor de 0,13% de alcohol en sangre, algo que confirma que había consumido alcohol, inadmisible para un chofer profesional de un servicio público de transporte de pasajeros.
Partimos de aquí para explicar el hecho, la situación fáctica de esa triste mañana del 22 de febrero de 2012.
La Tragedia de Once le costó la vida a 52 personas (una de ellas era una mujer embarazada), dejó un tendal de 789 heridos.
La investigación de la Tragedia de Once recayó en el juzgado del Dr. Claudio Bonadío y hubo dos juicios orales, realizados en 2014 y 2018, conocidos como Once I y Once II.
En febrero de 2013, el juez Claudio Bonadío elevó la causa a juicio, con 28 procesados, entre los que se encontraban el maquinista Marcos Córdoba, los empresarios Sergio y Roque Cirigliano y los ex ministros de transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.
La sentencia fue dictada el 29 de diciembre de 2015 y los fundamentos se dieron a conocer el 30 de marzo del siguiente año. De los 28 acusados, 21 recibieron condenas y 7 personas resultaron absueltas.
Los ex ministros Ricardo Jaime y Juan Pablo Schavi fueron procesados por “mal desempeño de sus funciones” y Sergio Cirigliano (propietario de TBA) también fue procesada por administración fraudulenta.
Diez ex integrantes jerárquicos de la empresa TBA también cumplen prisión domiciliaria.
Apenas seis días después del accidente, el 28 de febrero de 2012, el entonces Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios (Julio De Vido) dispuso la intervención de la concesión de Trenes de Buenos Aires (TBA), operadora de las líneas Sarmiento y Mitre. Si bien la intervención inicialmente iba a ser por sólo 15 días, fue prorrogada sucesivamente por casi tres meses.
Finalmente, el 24 de mayo de ese mismo año, mediante el decreto 793/2012, el Gobierno nacional rescindió el contrato de concesión de TBA. La operación de las líneas Sarmiento y Mitre fue asignada a la Unidad de Gestión Operativa Mitre Sarmiento (UGOMS), conformada por las restantes concesionarias: Metrovías y Ferrovías.
La salida de TBA marcó el inicio del ocaso del entonces poderoso grupo Cometrans, de la familia Cirigliano, que además de TBA controlaba al Grupo Plaza de colectivos, a la terminal automotriz TATSA y a los talleres EMFER.
Esta situación cambiaría poco más de tres meses después del accidente: el 6 de junio de 2012, la Secretaría de Transporte fue trasladada al Ministerio del Interior -entonces conducido por Florencio Randazzo-, convenientemente rebautizado como Ministerio del Interior y Transporte.
Se plantearon importantes inversiones en infraestructura, como la renovación integral de las vías entre Once y Moreno -ejecutada en tiempo récord, aunque con importantes afectaciones al servicio-, el mejoramiento de pasos a nivel y la instalación de sistemas de información al usuario con el arribo predictivo de trenes.
Se adquirieron 225 coches para la línea Sarmiento y 180 coches para la línea Mitre, pocos meses más tarde se firmarían convenios con China para la compra de 300 coches eléctricos para la línea Roca y 81 coches diésel para la línea Belgrano Sur.
Estas compras cimentaron una fluida relación comercial ferroviaria con China, que incluirá años mas tarde nuevos acuerdos por 200 coches adicionales para la línea Roca y 111 para la línea Belgrano Sur.