El 20 de junio, Día de la Bandera es uno de los símbolos de soberanía nacional e identidad patria.
Paradójicamente, hace exactamente 4 años, Argentina recibía el primer desembolso del acuerdo de Stand-By con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De esta manera, iniciaba un nuevo proceso de endeudamiento, un nuevo vínculo de dependencia, reforzado por:
La magnitud inédita del préstamo
La fuga de capitales, que vulnera el art. 4 del Estatuto del Fondo.
La vulneración de los procedimientos formales.
El incumplimiento de los criterios de excepcionalidad.
Los datos
Si se hubiesen cumplido todos los desembolsos programados (USD 57.000 millones), se habría superado la mitad de lo que el FMI desembolsó en pandemia a 85 países.
Si solo se toman los desembolsos reales (USD 44.000 millones), supera lo dado a países fuera del hemisferio occidental en pandemia.
Los desembolsos se usaron para financiar la salida de capitales (contrario al propio estatuto del FMI). Entre enero de 2018 y diciembre de 2019 hubo desembolsos por USD 44.867 millones y la formación de activos externos ascendió a USD 54.099 millones. Cada tres meses, los fondos recibidos ya no estaban en el país.
El acuerdo estuvo plagado de incumplimientos formales: faltó constancia de actos administrativos, hubo incumplimiento del art. 61 de la Ley de Administración Financiera y faltó la constancia de dictamen previo del BCRA sobre el potencial impacto del crédito en la balanza de pagos, entre otros.
Se ignoraron criterios que habilitaban superar la cuota límite de 187%: probabilidad de repago (la deuda pública bruta como porcentaje del PBI pasó de 57,1% a 86,2%, y hoy sigue en 82% ); no había señales de retorno a los mercados; hubo alertas de la Oficina de Evaluación (OEI).
El acuerdo tuvo la finalidad de intervenir en la política local, blindando al gobierno de Mauricio Macri de los costos de sus propias políticas y desfinanciando al gobierno siguiente. Casi el 90% de los pagos se realizó antes de las PASO de junio de 2019.
La estructura de repago firmada en 2018 fue siempre impagable para el país. Para el año 2021 correspondía abonar USD 5.072 millones (45% del total de los vencimientos). En 2022, unos USD 18.901 millones, y en 2023, USD 19.144 millones.
A modo de conclusión
Argentina enfrenta un endeudamiento histórico e insostenible. El problema fue pospuesto, pero sigue latente
¿Quién lo va a pagar?
Una herramienta es el proyecto «Fondo para la Cancelación de la Deuda con el FMI» que fija un aporte especial sobre bienes en el exterior sin declarar.
Hace cuatro años el FMI volvió al país.
Sí, fue un día de la Bandera (símbolo de la independencia conquistada por voluntad del pueblo) e inició un nuevo vínculo de subordinación, incumpliendo sus normas y buscando favorecer un proyecto político que endeudó a generaciones.
Fuente: CEPA – Centro de Economía Política Argentina