Adicción a las Harinas.
Las harinas blancas refinadas son tan adictivas como una droga y eliminarlas de la dieta genera síndrome de abstinencia. Está en nuestros panes, galletas, pastas, pizzas, tortas, pasteles, sándwiches, etc. Cuando consumimos cualquiera de estos alimentos, incorporamos harina, y por lo general se trata de harina blanca y refinada.
Básicamente hay dos clases de harina: las integrales (conservan sus componentes originales) y las que han sido procesadas y refinadas para obtener las comúnmente llamadas “blancas”.
1.- La harina integral conserva el pericarpio, la cascarilla del grano (conocida comúnmente como “salvado”), el germen y el endospermo. Lo que sucede con la harina blanca es que, al ser refinada, el germen y el salvado se descartan.
2.- Las harinas refinadas están formadas principalmente por hidratos de carbono, que al ser ingeridos son transformados en glucosa por el organismo. La glucosa hace que las reservas de glucógeno del organismo aumenten y que por lo tanto tengamos energía. Pero las harinas refinadas hacen que el aumento de la glucosa sea elevado, ya que se digieren rápido. Para contrarrestar este aumento el cuerpo genera la hormona insulina que es la encargada de llevar la glucosa a las células y transformarla en energía, o si no se utiliza acumularla en forma de grasa.
3.- Existe un síndrome, es decir un conjunto de signos y síntomas, denominado abstinencia a los carbohidratos (harinas), más frecuentemente de aparición en personas que hacen dietas estrictas exentas de hidratos de carbono (cereales, panes, pastas, fideos, arroz, azúcar y pan).
4.- La búsqueda compulsiva de carbohidratos puros, como son las harinas refinadas, tiene que ver con una necesidad del organismo de acceder de modo inmediato a energía de fácil disponibilidad. El problema surge cuando se siente ese placer al mismo tiempo que se produce una disminución en los receptores de dopamina, lo que conlleva a mayor consumo para lograr el mismo placer.
Para poder explicar esta manifestación, hay que mencionar que en el cerebro existe un área o sistema de recompensa, en donde la protagonista es la dopamina, un neurotransmisor que emite la señal del placer. Cuando esta aumenta, la persona experimenta más satisfacción. Estudios científicos comprobaron que los hidratos generan esa sensación, al igual que otras drogas como cocaína, heroína, morfina y nicotina.
5.- La adicción a la comida tiene mucho que ver con los niveles diarios inconstantes de serotonina, cuyo precursor el triptofano se encuentra en las harinas. La serotonina está relacionada con el buen ánimo y humor.De hecho los nuevos medicamentos antidepresivos tienen como mecanismo de acción aumentar los efectos de la serotonina en el cerebro.
Fuente: Doctor Donato Spaccavento (Gracias doctor)