Adiós Hugo Arana.
El gran actor argentino Hugo Arana murió a los 77 años. El querido Hugo cautivó a todo tipo de público a lo largo de su versátil y prolífica trayectoria.
Juan Gonzalo, su hijo fruto de su matrimonio con la actriz Marzenka Novak, fallecida en 2011, con quien se había casado en 1978, fue quien encontró al actor tras un accidente doméstico y lo acompañó al Sanatorio Colegiales hace menos de una semana.
Hugo se había caído en su casa y se golpeó fuertemente en la cabeza. Tras unos días en la clínica, le hicieron un hisopado de coronavirus que dio positivo.
“Me hicieron el hisopado y apareció el virus. Pero de la manera más liviana porque no me falta el aire, no tengo dolores”, había contado en una entrevista radial.
Arana nació en Juan José Paso, un pueblo de la provincia de Buenos Aires, y creció en Monte Grande. “A los 11, nos mudamos a Lanús y para mí fue pisar el asfalto por primera vez. Cuando abrí la canilla y salió agua lo viví como un milagro”, contó en una entrevista.
Durante su adolescencia fue pintor, electricista, colocador de alfombras, y recién a los 22 años se acercó a la actuación.
Brilló en más de 40 títulos del cine argentino y una cantidad similar de programas de televisión; sin embargo, el primer gran impacto popular llegaría en 1972, al protagonizar una recordada publicidad de un vino de mesa, dirigida por Juan José Jusid, cuyo éxito obligó a realizar toda una saga que continuara la historia (escarpines del vino Crespi)).
Con una sólida formación actoral con estudios con Augusto Fernandes y tras cimentar cierta experiencia con el grupo de teatro Errare Humanum Est, su aparición en «El santo de la Espada» y su popularidad a partir de la publicidad, lo llevó a convertirse en una cara familiar en la producción cinematográfica y televisiva de la época.
La mencionada «La tregua», «La Madre María», «El soltero», «Y mañana serán hombres» y «La isla» fueron algunas de las películas que lo tuvieron en el elenco en los `70, en tanto que «Papá corazón» sería el título televisivo más relevante en aquellos años.
Cuando llegó «Matrimonio y algo más», el programa televisivo picaresco de Hugo Moser, Arana descolló con dos entrañables personajes de grueso trazo, como el caso de «El groncho» y «Huguito Araña».
Aunque se trataría de dos retratos que serían duramente cuestionados hoy, el primero por su carácter misógino y el segundo por su burla a la diversidad sexual, el pulso del humor de la época consagró a este actor como uno de los grandes comediantes de la televisión argentina.
Sin embargo, Arana continuaría con sus incursiones en un cine más «comprometido», con igual grado de efectividad, como en el caso de «La historia oficial», «Made in Argentina», «Un lugar en el mundo», la comedia «Las puertitas del Señor López» y la costumbrista «El verso», entre otras.
Establecido como una de las grandes figuras de la escena nacional, el actor fue convocado para numerosas y reconocidas tiras televisivas, como «La banda del Golden Rocket», «Buenos vecinos», «Tiempo final», «Resistiré», «Mujeres asesinas», «Los exitosos Pells», «Graduados» y «Viudas e hijos del Rock and Roll», entre tantas.
Consecuencia de su prolífica labor, el intérprete cosechó diversos premios, entre ellos media docena de Martín Fierro y dos Cóndor de Plata, pero también tuvo el reconocimiento a nivel internacional cuando obtuvo en 2003 el Premio al Mejor Actor en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, por su trabajo en la película «El viaje hacia el mar».
Sus virtudes como actor, el carácter afable mostrado en entrevistas y la ausencia de conflictos laborales o personales en su vida pública confluyeron para que Hugo Arana sea reconocido tanto por sus papeles dramáticos como por sus intervenciones humorísticas, y querido y respetado de manera unánime por colegas y por el público en general.
La Asociación Argentina de Actores lamentó el fallecimiento de Arana. «Ha sido respetado y querido tanto por sus pares como por su público», escribió el sindicato en su cuenta de Twitter. El actor era reconocido por su trayectoria, pero también por sus firmes posiciones políticas que en 2016 lo llevaron a darle una lección, en un programa de televisión, sobre la teoría del derrame al entonces Ministro de Economía de Mauricio Macri, Nicolás Dujovne.