Adiós Rodolfo García…

Publicado: 04 may 2021
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A poco de haber comenzado este martes 4 de mayo, a la 1.30, llegó el peor de los desenlaces: Rodolfo García  murió en el Hospital Tornú, a los 75 años (23 de febrero de 1946).

Con su partida se fue también uno de los pocos testigos y protagonistas vivos de un cambio cultural único: la creación del rock en castellano en Argentina.

La terrible noticia del ACV, que lo sorprendió en su casa en la noche del pasado miércoles 28 de abril cuando se desmayó, comenzó a circular en la madrugada del 29 en las redes y grupos de Whatsapp, hasta que finalmente se confirmó por medio de allegados como sus compañeros Emilio Del Guercio y Dhani Ferrón. Pese a que fue intervenido quirúrgicamente, presentaba un cuadro irreversible.

En la historia del rock argentino hay músicos pioneros y músicos talentosos. Rodolfo García no sólo fue ambas cosas, sino también una de las figuras más queridas a lo largo de mas de 55 años de actividad ininterrumpida.

Fue músico de Almendra, Aquelarre, Tantor, Jaguar y Los Amigo, entre otras formaciones

Fue uno de los fundadores de uno de los grupos fundamentales rock argentino: Almendra (grupo que merece una historia aparte).

Tras la separación de Almendra en 1970, «Rodo» inició un camino que profundizó la amplitud estética, que ya había concentrado en el cuarteto de Belgrano.

El primer paso post lo dio con la Nebbia´s Band, grupo en el que permaneció durante 1971, y grabó el disco con el mismo nombre.

García fue parte del origen de otra banda de gran peso: Aquelarre, la más importante que integró en la década del ’70, y en “casi” toda su historia. Junto a Héctor Starc en guitarra; su excompañero en Almendra Emilio del Guercio al bajo, y Hugo González Neira en teclados, surcó buena parte de la década, subido a una música tan bella como rebuscada.

Inolvidables canciones aquellas, también. “Patos trastornados”, “Ceremonias para disolver”, “Violencia en el parque”, “Silencio marginal” -en la que también metió coros de gusto, nomás- o “Aves rapaces”.

Fueron cinco años de agite, dos de ellos en España donde el grupo, junto a Moris, se transformó en una guía esencial para los españoles que querían hacer rock sin copiar como un calco a los ingleses.

Tras la vuelta, en 1977, ahora con Starc como ladero formó Tantor, banda imbuida en el jazz-rock de época, primero con Carlos “Machi” Rufino y luego con Marcelo Torres .

En 1979 llegó el retorno de Almendra con los inolvidables conciertos en Obras en plena dictadura cívico-militar; un disco exquisito en estudio -El valle interior-, y una gira que llevó canciones viejas y nuevas a rincones del país donde jamás había llegado una banda de tal tenor.

Terminada la experiencia con el cuarteto, el baterista atravesó la década del ’80 entre amigos, bares, invitaciones y giras.

Tocó un tiempo con Victor Heredia, otro con Pedro y Pablo, y también tuvo intensas incursiones percusivas en Santiagueños, la banda post MPA de Peteco Carabajal y Jacinto Piedra.

En 1989 armó La Barraca, una banda de existencia breve, algo difusa, cuyo único paso en firme fue un disco publicado en 1991.

Durante la década del ’90, su vuelta al acordeón en el MTV Unplugged del Flaco Spinetta en Los Angeles fue uno de sus momentos culmine. Ambos, esa vez, compartieron un tema de los principios -“La miel en tu ventana”- y las palabras de Luis, aquel día, lo llenaron de emoción. “Quiero presentar a alguien que es como un padre musical y que siempre me va a guiar, porque es una persona derecha como pocas, a quien amo. Rodolfo García, batero de Almendra”.

Durante el segundo regreso de Almendra en el glorioso Vélez con Las Bandas Eternas de Spinetta en diciembre de 2009, acompaño a su amigo de toda lavida en su presentación final.

Estuvo a su lado en el último disco solista de Luis Alberto Spinetta: Los Amigo.

Además de lo buen tipo que fue, además de su prolífico, diverso e incesante devenir musical, Rodolfo García vivirá siempre eterno en el imaginario cultural argentino por su gestión colectiva. Por su hacer. Por su compromiso con el otro, que lo llevó, por caso, a ser nombrado Director Nacional de Artes bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, en 2014, o a ser parte fundamental de la reapertura de La Perla de Once, en 2010.

El baterista tuvo también una intensa labor difusora en medios de comunicación, su última incursión fue en el programa Mundo disperso, que compartió en los últimos tiempos con Pedro Saborido y Daniel Miguez, primero en la AM 750 y luego en Radio Nacional.

 

Fuente: Página 12