Alejandro Otero, Dólar y Tarifas, en Comunas en Desafío.
Nos comunicamos desde nuestros estudios con Alejandro Otero, economista, profesor en la Universidad de Moreno de temas fiscales, ex director de Rentas en la Ciudad de Buenos Aires en el gobierno de Aníbal Ibarra desde el 2000 al año 2006 y un habitual consultado por este equipo de Comunas un Desafío.
Comenzamos la nota solicitándole nos brindará alguna buena noticia luego de esta agitada semana financiera a lo que nos respondió, «buenas noticias no es posible dar ni aunque uno se esfuerce, la verdad que la situación es compleja y esto que decían de las operaciones de conversaciones o supuestas conversaciones entre Felipe Domingo y el presidente no se sabe si son operaciones en contra o a favor; porque los dos elementos que marcaron la agenda económica de la semana fueron el tipo de cambio con la corrida persistente contra el dólar, la cantidad enorme de recursos de reservas que tuvo que aplicar el Central para evitar que el dólar subiera y así y todo perforó el techo de los 21 y el tema de las tarifas que tomó una dimensión política absolutamente previsible, ¿verdad? porque la cuestión tarifaria es esencialmente política; el gobierno lo presenta desde que asumió como una cuestión semejante ante cualquier otra mercancía, como si las tarifas de luz, gas y agua fueran desodorantes o perfumes, bienes que pueden sustituirse por otros más baratos y llegado el caso prescindirse; la luz, el gas y el agua son bienes indispensables para la vida humana; entonces el nivel de las tarifas, una de dos o responde a un criterio de rentabilidad empresaria que es lo que parecería defender el gobierno, (que además lo dice con todas las letras) o responde a un criterio civilizatorio y esta que garantiza el acceso a todos a ese tipo de bienes no tiene otra consideración posible, no puede ser equiparado su tratamiento al de cualquier otra mercancía que se tranza en el mercado, porque insisto son bienes indispensable para la vida humana y entonces es razonable haber politizado la cuestión y veremos como termina.»
Agrega, «siempre hay que distinguir los tres elementos que componen la tarifa: uno es el costo, que parece muy razonable que la pague el conjunto de los consumidores y pagarán más ese costo los que consumen más y menos los que consumen menos; el otro componente es la inversión que es la capacidad de recrear o reproducir esas prestaciones y eso beneficia la las generaciones presentes y futuras que lo paguen con impuestos aquellos que tienen mayor capacidad contributiva y por otro lado está el componente de las tarifas que hace la tasa de ganancias de la empresa, que ese componente es producto de que eso lo presta un privado, si lo prestara a través de un servicio público como se ha hecho en muchas ocasiones y sigue existiendo en muchas partes del mundo; ese componente de la tarifa no existe. Es inevitable que la cuestión de tarifas tome una dimensión política aunque el gobierno pretenda encubrir esto detrás de un discurso económico que dicen hay que pagar las tarifas lo que valen, claro lo que vale que? lo que vale producirlo, lo que vale reproducirlo o lo que vale la tasa de ganancia de la empresa, son tres discusiones muy diferentes.»
«Herramientas hay muchas para hacerlo pero yo hubiera seguido la línea histórica de los gobiernos populares en la Argentina, que dado que el nuestro es un país rico en dotación de recursos, que nos permite producir alimentos muy por encima de nuestra capacidad del consumo y rico en recursos minerales y energéticos que nos permite producir energía muy por encima de nuestra capacidad de consumo entonces hubiera seguido la tradición que asegura al pueblo el acceso a los alimentos y a los servicios básicos baratos y para todos, hubiera seguido esa tradición, lo contrario a este gobierno que sigue la tradición de gobierno conservadores que siempre pretenden justificar que la Argentina sea un país donde los alimentos y la energía sean caras, entonces solo pueden acceder aquellos que pueden pagar esos precios pero sí garantizan la rentabilidad empresaria; eso es una discusión que trasciende en la Argentina y en la Argentina ha sido uno de los puntos históricos de tensión.», añade su punto de vista para encarrilar el problema.
«¿Pero como hacemos con las cuentas fiscales? te repito, lo que hay que garantizar es que los consumidores paguen el costo de producir la energía, el costo de inversión se paga a través de impuestos y la tasa de ganancia de la empresa es una cuestión absolutamente prescindible, organizando de otro modo la prestación, ese componente no existe. Lo que demuestra la historia es que cualquiera sea el nivel de tarifas la inversión se produce sólo si hay decisión política, el cuadro tarifario ha aumentado más de diez veces en la Argentina y los propios datos oficiales ponen en evidencia que la inversión no ha crecido, porque que la empresa tenga rentabilidad no garantiza que haya inversión, ni en las tarifas de servicios públicos ni en cualquier otra cosa; que las empresas sean rentables garantiza que tengan ganancias pero una vez que tienen ganancias pueden tomar dos decisiones que son compatibles o alternativas: o tomar las ganancias es decir convertirlas en dividendos y se la llevan o re invertirlas, pero eso es una decisión a posteriori, no hay automatismo, en el sentido que si hay ganancia hay inversión, y estos años lo han puesto en evidencia, por lo tanto, yo digo la inversión en la Argentina para los servicios esenciales, más que a través de los privados, que siempre es bueno que vengan, (hay que invitarlos, hay que convocarlos) la tiene que garantizar el Estado a través del financiamiento con impuestos y esto es factible de ser realizado, lo ha hecho la Argentina en otro momento y forma parte de una acción política; ahora claro si vos lo que hacés es sistemáticamente bajar los impuestos, como ahora, lo que propone el gobierno es bajar los impuestos de las tarifas no que se afecte la tasa de ganancias entonces si vos hacés eso obviamente te des financias y obviamente en rojo no podés establecer ninguna política, porque un gobierno deficitario, que está obligado a endeudarse queda preso de la voluntad de los acreedores. Lo que hay que discutir es cuál es la renta razonable para que vengan los privados, si la pretensión es excesiva respecto de lo que resulta razonable dado la condición del costo o si uno quiere ganar la misma renta que en lugares donde las dotaciones son menores o los costos son mayores estamos en una situación que puede ser discutida.», pregunta y responde.
Y continúa, «actualmente no sabemos con exactitud cuál es la renta actual y eso tal vez es uno de los primeros temas a discutir, cuánto cuesta producir la energía y cuál es la tasa de ganancias, este tema no aparece nunca sobre la mesa y es lo que nos permitiría o posibilitaría dar una mayor racionalidad a la discusión; hay algunos indicios que hacen pensar que la rentabilidad está siendo excesiva pero son indicios, sería bueno que se transparentaran los datos y de esa manera podríamos tener una decisión bastante más razonable. La Argentina produce a un costo e importa a un valor mayor, eso resulta sospechoso, parecería que el negocio es producir en la Argentina, exportarlo y después importar ese mismo producto a costos de importación que es mayor que el de producción e importar, es curioso.»
«Con el dólar tenés por un lado una tensión, un stress sobre las reservas que tiene que ver con que las importaciones que están creciendo mucho más fuerte que las exportaciones las cuales están creciendo más por precio que por cantidades, tiene que ver con movimientos en el mercado mundial que afectan a los exportadores argentinos y están creciendo, esto es cierto pero hay un problema, las importaciones crecen a un ritmo mucho más alto que el de las exportaciones por lo tanto hay más necesidad de dólares para financiar estas importaciones.
Punto dos: la Argentina necesita, dado el fenomenal nivel de endeudamiento que tienen, cada vez más hacerse de dólares para poder pagar los costos del endeudamiento, es decir la amortización y los intereses.
Punto tres: las tensiones de siempre, por ejemplo, las que tuvieron que ver con la afectación a los inversiones extranjeras de la reglamentación del gravamen de la renta financiera, que este mismo gobierno que lo había sacado, ahora lo puso en la reforma tributaria de diciembre y eso afectó la renovación de las <lebac> más la presión de los propios exportadores que consideran que el tipo de cambio es bajo, todos estos factores hacen que la necesidad de más dólares para las importaciones, la necesidad de más dólares para el pago de la deuda, la intención de compensar el efecto de la renta financiera sobre las lebac y las colocaciones en pesos, más las presiones especulativas de los exportadores que buscan tener más pesos por cada dólar que están obligados a liquidar, todo eso presiona sobre las reservas y es lo que explica la tendencia alcista que hemos visto durante estos días.», se refiere a la divisa norteamericana.
Para finalizar la entrevista con temas particulares, «estoy dando clases en la Facultad de Moreno, temas fiscales e impositivos en general y el ambiente universitario con los temas que uno trabaja sin dejar de presentarlos desde un punto de vista categórico, conceptual académico, están atravesados por la realidad; yo soy uno de esos docentes que invita a los alumnos a traer la realidad para que a la luz de lo conceptual, de lo teórico podamos analizarlo y en ese sentido, al menos es mi experiencia (y son muchos años de docente), el traer la realidad al aula, ayuda a mejor entender, ayuda al proceso de aprendizaje, ayuda a comprender los conceptos teóricos. En ese sentido los alumnos (algunos más que otros), en la medida que el docente los incentiva, que se conecten, reflexionen sobre lo que sucede y aprendan a utilizar los conceptos teóricos como herramientas que te preparan, los alumnos en mí experiencia responden muy bien.»