Alejandro Otero, Economista, en Comunas un Desafío.

«En primer lugar no le restemos el mérito que Milei pretende, hay desde el punto de vista financiero macroeconómico una situación de estabilidad cambiaria, que efectivamente hemos visto otras veces en la Argentina, que se traduce rápidamente en una desaceleración inflacionaria importante en el contexto que veníamos con el gobierno anterior con una inflación alta a la que Milei multiplicó con la maxi devaluación del 120% ni bien asumió;  la situación actual parece una mejora, esta desaceleración del presente que esta fundada en la paz cambiaria, esto es un dato, hay una mirada dominante desde la economía que reduce a esas dos cuestiones es decir, la estabilidad cambiaria y la desaceleración inflacionaria, la economía en su conjunto y otra que es la que yo comparto que toma esto en cuenta pero dice la economía es otra cosa, la economía tiene que ver con el bienestar de las mayorías, tiene que ver con la expansión del empleo, con la expansión de la producción, con la expansión del consumo y en ese capítulo, o en esos capítulos de la economía la verdad que los indicadores no son buenos.», comenzó.

«Milei el otro día anuncio pomposamente que se acabó la recesión y comienza una etapa de crecimiento y prosperidad para la Argentina que la verdad desde todo punto de vista parece un anuncio más que apresurado porque el pequeño rebote que se ve en algunos indicadores económicos en materia de producción está muy ligado a un fenómeno muy puntual que tiene que ver con la agroindustria, que tiene que ver prácticamente en su totalidad con la industria aceitera y la situación excepcional del año pasado comparado con el actual.

Entonces tenemos una situación, insisto no hay que restarle mérito, pero que deja grandes dudas, primero en que se traduzca en un bienestar perceptible para la mayoría del pueblo argentino, no me cabe ninguna duda que esto no se traduce en una mejoría para la mayor parte del pueblo argentino porque está basado en una política recesiva, es decir el logro inflacionario tiene que ver con la recesión económica, tiene que ver justamente con la parálisis de eso que llamamos la economía real;  la economía que tiene que ver con la producción, la economía que tiene que ver con el empleo, la economía que tiene que ver con el consumo.», señaló.

«Siempre vas a encontrar similitudes y diferencias con los 90 pero yo creo que las diferencias que hay con los 90 son mucho más importantes que las similitudes. Del lado de las similitudes tenes una cierta estabilidad de precios o una inflación muy baja, muy baja para los estándares argentinos pero que no es baja a nivel internacional, y una estabilidad cambiaria; pero en las diferencias en cuanto a lo significativo: los primeros varios años del menemismo fueron acompañados de un crecimiento económico importante, también tenías un crecimiento del desempleo, pero eso hoy no lo tenes, hay un párate económico brutal, un crecimiento del desempleo como consecuencia de ese párate económico y entonces la situación no es comparable, es diferente, la situación actual es muy diferente a aquella de los años 90 y sobre todo porque hay una contradicción entre que la economía vuelva a crecer y se pueda sostener esta paz cambiaria, cuando la economía argentina vuelva a crecer y esperemos que sea más temprano que tarde va a ver una demanda importante de importaciones y cuando haya una demanda importante de importaciones se van a acelerar las presiones sobre el tipo de cambio, cuando se aceleren se van a acelerar las presiones inflacionarias y voló por los aires la estabilidad macroeconómica financiera que exhibe hoy el gobierno como un logro. Así que está en una situación de mal pronóstico.», afirmó contundentemente.

«Todo el proyecto actual, si es que tiene un direccionamiento coherente, (porque yo creo que está lleno de contradicciones), pero un línea bastante clara que uno puede reconocer, es la primarización de la economía entendido en este sentido como un aprovechamiento primario sin agregación de valor agregado alguno sobre el conjunto de los recursos naturales de los argentinos sean estos de origen mineral, sean estos de origen agropecuario pero no pasa de ahí , no tiene ningún tipo de proyecto de reindustrialización o de generación de valor agregado que pueda traducirse en una generación genuina de empleo y mayor bienestar, creo que ese es una de los temas centrales que marca la diferencia desde el punto de vista político entre dos proyectos que hoy disputan en la Argentina.