Alfredo Zitarrosa, a 30 Años de su Muerte.
Alfredo Zitarrosa nació el 10 de marzo de 1936 y murió el 17 de enero de 1989 en Montevideo, en medio de una masiva congoja que llevó a miles de personas a su entierro.
Reconocido como uno de los más importantes compositores e intérpretes de la canción popular Latinoamericana, Alfredo Zitarrosa fue un hombre polifacético que cultivó la poesía, el periodismo y la locución.
Su vida en una zona rural del país hasta su adolescencia, influye notoriamente en lo que será su repertorio, de raíz popular.
Comenzó como locutor de radio en 1954 y poco después obtuvo su primer premio como poeta, en un concurso organizado por la Intendencia de Montevideo.
Viajó como periodista a Chile y Perú y a su regreso inició su carrera como autor e intérprete de canciones nativas y populares que le dieron fama local, posteriormente en América Latina y durante su exilio con el régimen militar, reconocimiento mundial.
Las primeras actuaciones internacionales de Zitarrosa tuvieron lugar en 1965, durante el tradicional Festival de Cosquín, Argentina, donde conoció a Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui y a otras figuras de la canción latinoamericanas, con quienes entabló una gran amistad.
En la década de los 70, el cantautor fue distinguido con un premio a su trayectoria por el gobierno de Venezuela.
Vinculado desde joven al partido comunista uruguayo (PCU) apoyó a la coalición de izquierda «Frente Amplio» desde su creación, en 1971.
Tras el golpe militar de 1973 sus canciones fueron prohibidas por el régimen tantos en actos públicos como en emisoras, y debió exiliarse en España y México durante ocho años.
El 31 de marzo de 1984 Zitarrosa regresó a su país en medio de un gran júbilo popular y fue el primer artista que volvió del exilio cuando el régimen militar estaba aún en el poder.
Una caravana por las primeras avenidas acompaño el retorno a Montevideo del cantautor, quien ofreció un recital a miles de admiradores en el estadio Centenario.
Entre sus canciones destacan «Milonga de ojos dorados», «En mi país», «Doña Soledad», «Milonga para una niña», «Mire amigo», «El violín de Becho», y «Stefanie», todas ellas éxitos internacionales.
Su sensibilidad y humanismo lo llevaron a expresar sus sentimientos escribiendo poemas, en los que intentaba justificar lo que parece «injustificable», según apuntaba y describía el llanto de un niño «como el motor de mis rebeldías».
En 1958 ganó el premio municipal de poesía con su libro «Explicaciones», siendo uno de los jurados el famoso escritor compatriota Juan Carlos Onetti.
Su extensa discografía con más de 25 discos editados dejará, para las futuras generaciones, el recuerdo de una estupenda voz quizá algo «triste» como fue definido por críticos extranjeros, pero sobre todo el mensaje íntimo que «una guitarra y una canción puede más que las armas de un ejército para derrotar a una dictadura».
En el exilio Zitarrosa compuso uno de sus mejores temas, «Guitarra Negra «, considerado por la crítica como su creación «épica» más importante surgida en el período 1973-83.