Aniversario del Padre de la Patria.
Este 17 de agosto de 2019 se conmemora en Argentina el 169° aniversario de la muerte del General José de San Martín, considerado el Padre de la Patria.
Nacido en Yapeyú (en el territorio de la actual provincia de Corrientes) y muerto en Boulogne-sur-Mer, Francia, José Francisco de San Martín fue un hombre clave para la historia de Sudamérica: sus campañas militares fueron decisivas para las independencias de la Argentina, Chile y Perú.
En tal sentido, en Argentina se lo reconoce como el Padre de la Patria y se lo valora como el máximo héroe y prócer nacional.
En Perú se lo recuerda como libertador del país, con los títulos de «Fundador de la Libertad del Perú», «Fundador de la República» y «Generalísimo de las Armas», mientras que el Ejército de Chile le otorgó el grado de Capitán General.
El historiador Felipe Pigna narró ese día:
El Libertador luego le dijo a su hija: “Esta es la fatiga de la muerte” y le pidió al yerno que lo llevara a su cama. Allí tuvo sus últimos recuerdos. En eso estaba cuando la muerte se lo llevó a las tres de la tarde.
San Martín había prohibido que se le hiciera funeral o cualquier otro tipo de homenaje. Pero en su testamento sí dejó algo muy en claro: pedía descansar en Buenos Aires y que su sable fuese entregado a Rosas.
Ya embalsamado, el cuerpo del general fue colocado en un sarcófago y llevado, el 20 de agosto, a la iglesia de San Nicolás, de Boulogne. De allí fue trasladado hasta la catedral de Notre-Dame de Boulogne y en una de las bóvedas de la capilla fue depositado el féretro, donde debía permanecer hasta que fuese conducido a Buenos Aires.
Se decidió que el Libertador debía descansar en la Catedral Metropolitana. El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Federico Aneiros, propuso levantar el mausoleo al héroe nacional en una capilla dedicada a Nuestra Señora de la Paz, que debería construirse en uno de los laterales de la Catedral.
El 25 de febrero de 1878, el día en que se cumplía el centenario de su nacimiento, se puso la piedra fundamental del monumento funerario.
El 21 de abril de 1880, desde el puerto de El Havre, finalmente partieron los restos del Libertador a bordo de la nave Villarino. Habían sido exhumados del cementerio de Brunoy. El cuerpo de San Martín llegó a Buenos Aires el 28 de mayo de ese año. Tres décadas después del día en el que San Martín le dijo a su hija la frase más triste y cerró los ojos para siempre.
El gobierno decretó el feriado nacional que conocemos hoy y organizó unas imponentes ceremonias públicas comandadas por el presidente Nicolás Avellaneda y el ex presidente Sarmiento.
Los restos de San Martín fueron ubicados en el Mausoleo en la Catedral de Buenos Aires, inclinados y de pie, porque se había calculado mal el tamaño del féretro.