¿Bajó la Pobreza? El INDEC dice que Si.

El dato anunciado por el INDEC muestra una fuerte baja con respecto a las cifras de fines de 2016: aproximadamente 1,9 millones de personas salieron de la pobreza y cerca de 700 mil, de la indigencia en el último año.

El INDEC  informó que, en la segunda mitad de 2017, 25,7 por ciento de los argentinos vivía con ingresos por debajo de la línea de la pobreza. Este flagelo afecta a casi 11,3 millones de argentinos. Además, la tasa de indigencia fue del 4,8 por ciento, lo que indica que cerca de 2,1 millones de argentinos viven con ingresos por debajo de la canasta básica de alimentos.

Este es el primer dato que permite comparar la evolución de este indicador de forma interanual dentro de la gestión de Cambiemos.

En este sentido, la pobreza bajó del 30,3 por ciento del segundo semestre al 25,7 por ciento publicado para el segundo semestre de 2017, una baja de 4,6 puntos porcentuales (cerca de 1,9 millones de personas). La indigencia, en tanto, pasó de 6,1 por ciento a 4,8 por ciento en el mismo período, una caída de 1,3 puntos (aproximadamente 700 mil personas).

La tasa de indigencia mide la cantidad de personas con ingresos por debajo de la Canasta Básica Alimentaria, que sólo incluye las necesidades esenciales alimentarias, y que a fines de 2017 alcanzó los 2.150 pesos por adulto. La tasa de pobreza, en cambio, mide la cantidad de personas que tienen ingresos por debajo de la Canasta Básica Total, que amplía la Canasta Básica Alimentaria con la inclusión de bienes y servicios esenciales no alimentarios (vestimenta, transporte, educación y salud, entre otros), y que a fines de 2017 se situó en 5.397 pesos para un adulto.

Lo que se cuestiona de estas estadísticas:

. El cambio de edades para considerar: disminución de niños y aumento de ancianos.

. La baja de la incidencia proyectada por el INDEC para los servicios públicos (tarifazos mediante).

. Tomar como necesidades esenciales alimentarias para 2017: Indigencia 2.150 pesos por adulto.

Pobreza 5.397 pesos por adulto.

El informe de la UCA (para el mismo período) muestra que el 31,4 por ciento de los argentinos vive actualmente en una situación de pobreza, lo que representa a unas 13,5 millones de personas. El porcentaje es menor al de la última medición, cuando marcó 32,9 por ciento, pero alcanza a una mayor cantidad de personas.

Asimismo, la indigencia es de 5,9 por ciento, cerca de 2,5 millones de ciudadanos.

El director del CEPA (Centro de Economía Política Argentina), Hernán Letcher, se refirió a los datos de pobreza que difundió el INDEC, y que dan cuenta de una reducción de 5 puntos porcentuales, equivalentes a dos millones de personas, en el lapso de un año. Dijo que el Gobierno “metió mano” en la medición.

“Es el primer caso en el mundo donde las políticas de ajuste le hacen muy bien a los pobres, que les va mejor que al conjunto de la sociedad”, ironizó Letcher.

“Evidentemente a los no pobres les fue muchísimo peor que a los pobres”, agregó, y explicó que le parece “insólita” la conclusión del INDEC.

“El salario real cayó 3 por ciento de 2015 a 2017, la AUH perdió 11 puntos de poder adquisitivo, igual que las pensiones; las jubilaciones mínimas perdieron 7 puntos, pero bajó la pobreza”, enumeró.

Para Letcher, la explicación de fondo es un cambio de política respecto de los indicadores. “Hasta ahora el gobierno había hecho retoques cosméticos, modificaciones metodológicas que le permitían que algunos indicadores no dieran tan mal y otros fueran discutibles. Ahora directamente han metido mano en los datos”, aseguró.

Con esa afirmación, volvió a poner en la mira las siempre cuestionadas estadísticas oficiales, a pesar de que desde la llegada de Macri se prometió «transparencia» y decir la verdad. Aunque, en rigor, no son las primeras críticas que recibe la gestión de Jorge Todesca al frente del instituto.

Para respaldarlo, remarcó la existencia de errores metodológicos, como el cálculo del impacto de las tarifas sobre la canasta básica. “Están tomando una encuesta de 2005 que claramente tiene un peso sobre la canasta subestimado de los servicios, porque en aquel momento el consumo era menor y estaba subsidiado”, precisó.

Es que, para el titular del CEPA –que habitualmente realiza mediciones y publica informes respecto de economía y políticas sociales-,el planteo del INDEC “es demasiado burdo” y “no tiene el mínimo asidero”, pero, además, “permiten inferir que con estos datos la pobreza en 2015 estaba por debajo de la de 2017” y que el propio Gobierno haya “inflado” sus primeras mediciones.