Caída Industrial.
Cgera también pone el foco en el proceso de endeudamiento. “El gobierno, en tres años emitió deuda de mercado por 170 mil millones de dólares, el 75 por ciento es deuda en divisas (127 mil millones)”. “El pago de intereses creció 523 por ciento y pasó de representar el 6,1 por ciento al 15,1 del gasto total”. “La relación deuda/PBI se ha duplicado desde asunción del actual gobierno hasta alcanzar al 87 por ciento en 2018”.
La entidad señala que el nivel de actividad, luego de una caída estimada en el 3,5 por ciento en 2018 con respecto al año previo, acumula un retroceso del 5,8 por ciento entre 2015 y 2018. La participación del valor agregado bruto (VAB) industrial en el PBI cayó del 20,8 por ciento en 2015 al 19,7 por ciento en 2018. El pico más alto en los últimos quince años se había dado en 2011, con el 22,4 por ciento.
La cantidad de asalariados industriales pasó de 1.252.100 en diciembre de 2015 a 1.161.800 en agosto de 2018.
Se perdieron unos 60 mil entre 2015 y 2017 y otros 29 mil en los primeros ocho meses de 2018. Si la medición se tomara entre septiembre de 2015 y el mismo mes de 2018, la destrucción de empleo industrial alcanza a 107.300 puestos de trabajo, lo cual deja más en evidencia la aceleración de la velocidad de pérdida de puestos de trabajo durante el último año.
La misma variación negativa se verifica al comparar la medición de utilización de capacidad instalada, que según recuerda Cgera pasó del 71,4 por ciento a diciembre de 2015, al 61,1 por ciento en el promedio de enero a septiembre de 2018.
Tres de los principales sectores manufactureros reflejaban a septiembre niveles de utilización inferiores al 50 por ciento: industria automotriz (44,8 por ciento), metalmecánica (46) y productos textiles (49,1).
La confederación empresaria rechaza, finalmente, los tres mitos con los que el neoliberalismo suele desacreditar a la industria:
1) que no es competitiva,
2) que es una economía protegida,
3) que no pertenece al bloque dinámico de una sociedad moderna.
Al contrario, Cgera subraya “la siempre pertinente oportunidad de avanzar con una agenda de desarrollo industrial” en la que destaca el “fortalecimiento del mercado interno (como) salida por el crecimiento” en el orden macroeconómico.
Por último, más allá de “políticas sectoriales para estimular el desarrollo de la industria argentina”, plantea la necesidad de aplicas “medidas urgentes” en materia impositiva, administración del comercio, energía, financiamiento productivo y rebajas en las cargas laborales.