Conmemoración por los 20 Años del Asesinato de Kosteki y Santillán.
La multitudinaria marcha se realizó desde la estación de Avellaneda al Puente Pueyrredón en conmemoración de los asesinatos de los jóvenes militantes populares Maximiliano Kosteki y Darío Santillán el 26 de junio de 2002, a manos de la Policía Bonaerense, en medio las protestas por la crisis social.
Realizaron este domingo una nueva manifestación pública para exigir que se condene a «los responsables políticos y autores intelectuales» de la llamada «Masacre de Avellaneda», ocurrida hace 20 años.
Antes hubo una vigilia en el Puente Pueyrredón a la espera del acto principal.
Hubo un acto donde se leyó una declaración común de los convocantes y luego hablaron Leo y Alberto Santillán, hermano y papá de Darío, y Vanina Kosteki, hermana de Maximiliano.
Todos recordaron la solidaridad y el compromiso social y político de ambos y hubo críticas y señalamientos para Eduardo Duhalde, Presidente de la Nación en ese momento, y Felipe Solá, quien era gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Alberto Santillán sostuvo que «son 20 años que seguimos luchando por justicia, hace 20 años que no tengo a mi hijo y veo como los autores intelectuales se siguen paseando por todos los canales de televisión, amparados por el aparato político y policial».
«Se tiene que hacer justicia no solo por Maxi y Darío sino por todos los caídos en manos del Estado», enfatizó.
Durante la mañana, militantes de distintas organizaciones políticas cortaron los dos accesos del Puente Pueyrredón hacia Capital desde Avellaneda: las avenidas Hipólito Yrigoyen y Bartolomé Mitre.
El sábado hubo actividades que incluyeron la tradicional Marcha de Antorchas desde la ex estación Avellaneda, que lleva desde 2013 el nombre de los dos jóvenes asesinados, y culminaron con la vigilia popular.
El documentalista Patricio Escobar proyectó un cortometraje que funciona como adelanto de la segunda entrega de «La crisis causó 2 nuevas muertes», filme que analiza el rol que los medios de comunicación tuvieron en aquella jornada.
El 26 de junio de 2002 Kosteki y Santillán fueron asesinados en las inmediaciones y en el hall de la estación Avellaneda del Ferrocarril Roca, tras una brutal represión en las que las fuerzas de seguridad dispararon balas de plomo contra quienes habían salido a las calles a reclamar por «trabajo digno, alimentos y planes de trabajo», en el contexto de la crisis económica y social de entonces.
Los exmiembros de la Policía bonaerense Alfredo Fanchiotti y Alejandro Acosta, autores materiales de esos asesinatos, fueron condenados en diciembre de 2005 a penas de prisión perpetua.
Lo cierto es que el accionar de La Bonaerense afectó al corazón del poder central. Los disparos que dejaron sin vida a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán también arrasaron al gobierno de Duhalde, quien anticipó en seis meses el llamado a elecciones. Ese hombre ya era un cadáver político.
La causa judicial que investiga a quienes dieron las órdenes políticas continúa trabada por el Poder Judicial y genera el legítimo reclamo de los familiares y compañeros de las víctimas para que se haga justicia completa.