Crece la mortalidad infantil en el sur de la Ciudad
En 2010, Mauricio Macri se congratulaba por la reducción de la mortalidad infantil. Luego, comenzó a subir y, además, se hizo cada vez más notoria la brecha entre el Norte pudiente de la Ciudad y el Sur relegado.
La mortalidad infantil, luego de reducirse 6,7 por cada mil niños nacidos en la Ciudad en 2010, no para de aumentar. Hoy se encuentra en 8,9 por mil, muy lejos de los Objetivos del milenio indicados por las Naciones Unidas para 2015, que los ubican debajo de 5,6. De hecho, la mortalidad venía en bajada desde 2004 en adelante hasta que la tendencia se revirtió en 2011.
El panorama, de entrada preocupante, se agrava cuando se observan los números desagregados por Comunas: durante 2014 en las comunas 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya), 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) y 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda) murieron en promedio 10,7 bebes por cada mil que nacieron, más del doble que en Zona Norte (5,2 por cada mil nacidos vivos).
Además, según lo que publica el think thank La Fabrica Porteña, del Frente para la Victoria, durante los últimos tres años, la brecha entre la cantidad de muertes infantiles ocurridas en la zonas Norte y Sur aumentó en la siguiente relación: en 2011, por cada muerte infantil en el Norte había 2,43 en el Sur, en el año 2012 la relación creció a 2,51 y en el 2013 volvió a ascender a 3,31. Y en toda la gestión PRO, desde 2007, la brecha de la mortalidad infantil entre el norte y el sur aumentó de un 64% al 84%.
Esto no es todo: el 55% de las muertes podrían haberse evitado. Los decesos ocurrieron, en orden de ocurrencia, por trastornos relacionados con duración corta de la gestación y con bajo peso al nacer (18.2% de los casos) y Dificultad respiratoria del recién nacido (5.2%). “La primera causa puede reducirse con un seguimiento del embarazo que permita trabajar sobre la salud de la madre, generando hábitos saludables, y el crecimiento del chico, la segunda causa es prevenible con un correcto seguimiento del recién nacido que incluya las atenciones y estudios necesarios”, explica el estudio ya mencionado.
En este sentido, de acuerdo a un informe de la Auditoria General de la Ciudad (AGCBA) -número 3.12.15-, a cargo de Cecilia Segura, la falta de recursos humanos en distintas áreas no permite realizar las tareas de promoción ni cuidado adecuado de la salud de esta población, compuesta predominantemente por mujeres y por menores de 5 años.
Hay estadísticas extras que se pueden traer a colación, siempre siguiendo el informe de La Fábrica Porteña. Quien depende del servicio público tiende a realizar menos consultas al médico clínico (si se los contrasta contra quienes tienen acceso a servicios de salud privada), van menos al odontólogo, realizan menos estudios de diagnóstico (por imágenes y de laboratorio) y consumen en promedio menos medicamentos. En suma, quienes dependen exclusivamente de la Salud Pública tienen un contacto más distante con el ámbito médico. Y aquellos que toman contacto con la Salud Pública, se encuentran con condiciones muy desfavorables. De acuerdo a las auditorías realizadas durante los años 2011 y 2012 por la AGCBA a los Hospitales Públicos de la Ciudad, 9 de cada 10 informes señalan problemas de Infraestructura (espacios físicos inadecuados, falta de seguridad y limpieza, falta de equipamiento) y de recursos humanos (falta de médicos, enfermeros, dilaciones en nombramientos, etc.).
Eduardo Epszteyn, auditor de la Ciudad por el FPV, acusa: “Lo que se está haciendo es concentrar la mortalidad infantil en el sur, donde llega a niveles escandalosos En Lugano no hay hospital, las ambulancias del SAME no entran a las villas, y en los centros de salud en el sur son muy poquitos los que tienen guardias. Cuando tenés situaciones riesgosas con los más chiquitos, no tenés donde atenderlos.”
Es más: en la zona sur un tercio de los vecinos dependen exclusivamente del servicio público de Salud. Este valor duplica al total promedio de CABA (17,6%). En la Comuna 8 alcanza el 40.4% de usuarios y en la 4el 36%, debido a una mayor proporción de vecinos sin obra social ni medicina prepaga. “A pesar de la demanda de la comunidad y de incontables promesas de campaña, Lugano no tiene hoy un hospital público, sino un Centro de Salud sin guardia médica, con un horario de atención limitado (de 8 a 18 hs.), que no cuenta con laboratorio, con camas de internación ni con ambulancias del SAME”, según se desprende del informe de auditoría 3.12.07.
En el Sur también reside el 46,8% de la población de villas y asentamientos de toda la Ciudad. En esta zona vive el 74% de los niños pobres de la Ciudad y es donde se concentra el mayor nivel de hacinamiento. Una auditoría realizada por la AGCBA al Programa de Salud para la Población de la Cuenca Matanza Riachuelo (informe n°3.12.08) reveló que no se realiza la promoción de la salud y la prevención de la contaminación ambiental, como tampoco el seguimiento de los pacientes con alto riesgo de contener plomo, mercurio, cromo o arsénico en su sangre.