¿Cuál será el destino de la Villa Roccatagliata?
Durante largo tiempo se nos hizo un hábito y mala costumbre ver impasibles cómo se demolían construcciones de significativo valor patrimonial a lo largo de toda la ciudad. De allí que los vecinos en cada barrio hoy estén alertas ante cualquier nueva empalizada que rodee a alguna construcción histórica. Es que esta dilapidación del patrimonio arquitectónico no es una novedad, pero lo más sorprendente es lo poco que se respeta el resguardo edilicio de aquellas obras que tienen algún grado de protección. Sólo basta ver lo que está sucediendo en el sector de Las Cañitas con edificios como la memorable Imprenta y La Cuadra, situación que se repite en varios sectores de Buenos Aires.
Todos sabemos que en este último tiempo nuestros barrios se han vuelto interesantes para el mercado inmobiliario; para que este negocio realmente pueda dar dividendos extraordinarios, los inversionistas sólo apuntan a la construcción de grandes torres arrasando con todo, incluso solares donde hay obras de carácter patrimonial. Como ya dijimos en alguna oportunidad, hay quienes buscan vivir en estos barrios que aún mantienen el sosiego y la vida comunal (a diferencia del resto de la ciudad, donde esta virtud se perdió), aunque estos emprendimientos de gran magnitud son los que a su vez destruyen y cambian la imagen tranquila de nuestros vecindarios.
Este largo preámbulo viene a cuento, ya que el destino del viejo Palacio Roccatagliata, ubicado en la avenida Ricardo Balbín 2603, esquina Franklin Roosevelt, allí donde Coghlan se funde con Belgrano, está a punto de dilucidarse. Según una denuncia de vecinos apoyados por el diputado Raúl Puy, la vieja Villa corre peligro de desaparecer, aunque los propietarios del predio aseguran que no será demolida. Como todos sabemos, parte del lugar estaba ocupado hasta hace poco tiempo por una estación de servicio. En el edificio original se colocó un minimercado y bar, lo que da una idea de lo mal aprovechada que estaba la vieja casona. Es que a Coghlan no le sobra nada, más bien le falta, y si le sacamos o disfrazamos aquellos hitos barriales que le dan carácter al lugar, como puede suceder con la Villa Roccatagliata, se terminará por mutilar la identidad del barrio.
Como siempre, vecinos y asociaciones barriales -por ejemplo “Basta de Demoler”- han pegado el grito en el cielo, pidiendo que no se arrase con la vieja Villa. Solicitaron que se acate la protección cautelar, en los términos del Artículo 10.3.3 del Capítulo 10.3 “Catalogación”, del Código de Planeamiento Urbano, que la obra adquirió en 2009, cuando fue incluida junto con otras edificaciones como la estación ferroviaria, el sector fundacional (casas aledañas a la estación Coghlan), Villa Vicentina, la Usina y el Hospital Pirovano, las construcciones más significativas que se destacan en Coghlan.