Debutó el VAR en el Fútbol Argentino.
Debutó en la 8va fecha de la Copa de la Liga del Fútbol Argentino el VAR (Video Assistant Referee) en los 14 encuentros disputados este fin de semana.
Es cierto que pudieron repararse algunos errores que hubieran incidido en el desarrollo de los encuentros. Pero no menos lo es que también deben unificarse algunos criterios a la hora de evaluar las jugadas y sobre todo, apurar el proceso de la toma de decisiones.
En el partido del sábado entre Vélez y Lanús, el juego se detiene diez minutos para analizar si hubo o no posición adelantada en el tercer gol del equipo de Liniers.
El VAR evitó que Fernando Rapallini le cobrara un penal a Sarmiento por una mano dentro del área que el defensor Manuel Guanini había recogido sobre su cuerpo y no tenía entidad para ser sancionada.
También evitó que Patricio Loustau le anulara, por un offside que no fue, el gol del descuento de Defensa y Justicia.
El sistema respondió en ambas situaciones y modificó los fallos erróneos que se habían adoptado en primera instancia.
Pero en el caso de las sujeciones dentro de las áreas, da la impresión de que todavía hay interpretaciones diversas entre los árbitros de campo y los de la pantalla.
Leandro Rey Hilfer en Boca-Arsenal y Pablo Dóvalo en Newell’s-Platense dejaron correr sendos agarrones mutuos que debieron revisar ante la intervención del VAR.
La norma internacional sostiene: que no toda sujeción dentro del área es penal y que para serlo, debe tener la fuerza necesaria para impedir que un jugador llegue a la pelota.
Desde las pantallas, algunos árbitros se pusieron en detallistas y buscaron hormigas donde solo tenían que encontrar elefantes. El sistema está para reparar equivocaciones, no para sumar nuevos errores donde ya los hay.