Desprendimientos en la Escuela Yrurtia de Parque Avellaneda,
Estudiantes de la Escuela Superior de Educación Artística «Rogelio Yrurtia», en el barrio de Parque Avellaneda, denunciaron el desprendimiento de mampostería de una pared y reclamaron respuestas urgentes del Ministerio de Educación porteño ante los «incontables» problemas edilicios.
«El gobierno sigue esperando el día en el que las fallas edilicias se lleven la vida de algún compañero para accionar y poner algún parche momentáneo. El Yrurtia se viene abajo, los colegios públicos se vienen abajo», expresaron los y las estudiantes mediante un comunicado difundido en redes sociales.
Durante todos estos años el Ministerio de Educación se fijó en perseguirlos políticamente, a estudiantes y docentes, en callar comunidades y denigrar la educación. La salud de los pibes debería ser prioridad, la calidad educativa debería ser prioridad para el Ministerio de Educación», enfatizaron.
Por el desprendimiento, que sucedió este lunes cerca de las 18, trozos de mampostería cayeron del primer piso al subsuelo del patio trasero del establecimiento.
«Por suerte no pasó nada grave, no se rompieron más cosas por el impacto de los escombros ni hubo ningún herido pero esto se suma a un montón de problemas edilicios que tenemos», precisó Lucía Rinaldi, integrante del Centro de Estudiantes del Yrurtia.
Se nos caen las cerámicas de las paredes, tenemos una cantidad incontable de goteras, varias que desprenden de artefactos eléctricos, hay un aula donde tenemos clases esquivando el agua porque tiene una gotera que pudrió el techo, el techo se cayó y cae agua desde una luz», detalló.
Además, indicó que cinco baños del establecimiento que se rompieron permanecen clausurados y «no los van a arreglar, atornillaron fierros a las puertas», mientras que los ascensores «se tambalean y se chocan contra las paredes».
«Seguimos exigiendo lo de siempre, una educación de calidad, edificios en condiciones dignas. Tuvimos mucha suerte que ninguna de las fallas le costará la vida o la salud a alguien», aseveró la estudiante.
Y continuó: «Lo peor es que nuestro edificio (que tiene a penas tres años de uso) está hecho así desde cero, los planos están mal hechos, los materiales son de bajísima calidad, la cloaca y las cañerías están mal hechas, todo está increíblemente mal hecho».
«Entonces a menos que se tire abajo y se vuelva a construir el edificio que tiene alrededor de cinco años y apenas tres de uso, que no va a pasar, lo que nos queda pedir es que este edificio por el que tanto peleamos tenga el mantenimiento correspondiente, porque hace cinco años que lo abandonaron», apuntó la alumna.
Asimismo, denunciaron que estudiantes con discapacidades de movilidad deben cursar en otro edificio del colegio -que se divide en el establecimiento de taller y bachiller- porque el establecimiento donde deberían estudiar «no está preparado para ellos».
«Los mandan al (edificio) de taller a tener bachiller a la planta baja, en aulas de dibujo, apartados y con cero inclusión», sostuvo la estudiante.
Fuente: Télam