Día de la Avicultura.
El Día de la Avicultura se estableció el 2 de julio de cada año, en un acto refrendado por el Presidente Guido en el año 1963, a través del Decreto Nº 8108, que estableció la importancia de la avicultura en la economía argentina.
En sus principios, la avicultura fue parte de la economía familiar. Pero a comienzos del siglo XX, la avicultura comenzó a proveer ingresos adicionales a grupos familiares. A partir de 1925 se transformó en actividad semi-industrial, adquiriendo carácter intensivo en 1940.
Si nos situamos en 1945 ya había en Argentina una importante población de aves, con un concepto semi industrial, de explotación, con líneas de pedigree y algunas cruzas con doble propósito, la hembra para producción de huevos y los “gallitos” para consumo. Se los alimentaba con “mezclas” a base de granos y la explotación era a campo o semi libertad.
La comercialización estaba organizada a través de acopios y consignaciones representadas por personas u organizadas en cooperativas. El grueso de los productos acopiados convergían en el Mercado Concentrador de Aves y Huevos de la Capital Federal, donde tenían sus puestos los más importantes mayoristas.
En esta segunda etapa, iniciada a partir de fines de la década del ’50, se modernizó toda la cadena obteniendo importantes beneficios productivos.
Por lo tanto, podemos situar alrededor de 1960 el nacimiento de la avicultura industrial en Argentina, y desde ese tiempo que el sector, tanto en pollos como en huevos, no ha parado de crecer, de equiparse y de mejorar continuamente el aseguramiento de la calidad e inocuidad de sus productos, y es en esta época que se establece el día conmemorativo para la Avicultura Argentina.