Día de la Cruz Roja en la Argentina.
El Día de la Cruz Roja en la Argentina se conmemora cada 10 de junio, en honor a la ratificación del primer Convenio de Ginebra, un hito fue el punto inicial para la fundación de este organismo. La jornada busca reconocer el trabajo de quienes forman parte de esta agrupación civil y humanitaria, que presta asistencia y auxilio en situaciones de gravedad para la sociedad.
Si bien el movimiento internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja tiene sus orígenes en la visión de Henry Dunant tras la batalla de Solferino en 1859 –horrorizado por el sufrimiento de los heridos abandonados a su suerte–, la semilla en Argentina fue plantada por figuras locales igualmente notables.
El Dr. Guillermo Rawson, destacado médico, higienista y político sanjuanino, fue uno de los principales impulsores, junto a su colega el Dr. Toribio Ayerza. Ellos, conmovidos por las consecuencias de los conflictos bélicos y las necesidades sanitarias de la época, vieron la urgencia de crear una sociedad nacional de la Cruz Roja.
La Guerra del Paraguay (1864-1870) había dejado una huella profunda, y la epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires en 1871 había puesto de manifiesto la precariedad de los sistemas de atención. En ese contexto, la idea de una organización neutral e imparcial, dedicada a aliviar el sufrimiento humano sin distinción, comenzó a tomar forma. Así, el 10 de junio de 1880, con el apoyo del entonces presidente Nicolás Avellaneda, se fundó oficialmente la cruz roja argentina, adhiriendo a los principios del Convenio de Ginebra.
Desde sus inicios, la cruz roja argentina se abocó a la asistencia sanitaria en tiempos de conflicto y de paz, a la formación de enfermeras y a la promoción de la higiene. Su labor fue crucial en diversas emergencias nacionales, como inundaciones, terremotos y epidemias, ganándose el respeto y la confianza de la población.
Para entender verdaderamente la esencia de la cruz roja argentina, es indispensable conocer los siete principios de la cruz roja argentina, que son la guía y el alma de cada una de sus acciones.
Estos principios, adoptados por el Movimiento Internacional, son el faro que ilumina su camino:
- Humanidad: Nacido del deseo de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, el Movimiento se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Fomenta la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.
- Imparcialidad: No hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Se dedica únicamente a socorrer a los individuos en proporción con los sufrimientos, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes.
- Neutralidad: Con el fin de conservar la confianza de todos, el Movimiento se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.
- Independencia: El Movimiento es independiente. Auxiliares de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los principios del Movimiento.
- Voluntariado: Es un movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado. El motor de la cruz roja argentina son sus miles de voluntarios que entregan su tiempo y esfuerzo sin esperar nada a cambio.
- Unidad: En cada país solo puede existir una Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, que debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio. En Argentina, esa es la cruz roja argentina.
- Universalidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en cuyo seno todas las Sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente, es universal.
Estos principios de la cruz roja argentina no son meras declaraciones; son compromisos vivos que se reflejan en cada acción, desde la atención en una catástrofe hasta un curso de primeros auxilios en un barrio.