Día de la Radio.
Nuestro país conmemora hoy el Día de la Radio.
Argentina fue pionera mundial en materia de radiodifusión, realizando la primera transmisión radial de la historia el 27 de agosto de 1920 desde la terraza del Teatro Coliseo de la Ciudad de Buenos Aires.
El proyecto fue encabezado por el Dr. Enrique Telémaco Susini y sus tres colaboradores: César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica -más conocidos como “Los locos de la azotea”– y constituyó la primera emisión radial programada y concretada orientada a un público abierto, no sólo en nuestro país sino en el mundo entero.
“Los locos de la azotea”, eran cuatro jóvenes del mundo de la medicina: el médico Susini, quien entonces tenía 25 años; y los otros tres, estudiantes de la Universidad de Buenos Aires: Mujica de 18, Guerrico y Romero Carranza de 22.
Además de la carrera que habían escogido los unía otra pasión: eran radioaficionados entusiastas y creativos que soñaban con una radiofonía al servicio de la cultura. En ese momento no imaginaban que ese medio iba a transformarse en un verdadero fenómeno de masas.
El hito que se consolidó con aquella transmisión del 27 de agosto había comenzado a gestarse una década atrás.
La Argentina celebraba 100 años de la Revolución de Mayo cuando el italiano Guillermo Marconi, inventor del “telégrafo sin hilos”, llegó a Buenos Aires para continuar sus investigaciones en la materia.
Desarrolló en nuestra tierras varias pruebas de transmisión, utilizando un barrilete con el que se remontaba una antena. Así, consiguió tomar contacto con Irlanda y Canadá. Fueron aquellas pruebas las que encendieron la chispa de “los locos de la azotea”.
Los jóvenes quedaron obnubilados por el proyecto y lo que podían lograr los avances de Marconi.
Desde ese momento, no cesarían de trabajar hasta lograr una transmisión radial. Los cuatro siguieron con atención y pasión toda información referida a los principios de Herz, Braun o Marconi.
Ni el comienzo de la Primera Guerra Mundial pudo detenerlos, cuando el desarrollo de la radio se convirtió en un proyecto secreto. Por el contrario, aprovecharon la oportunidad.
La Argentina había tenido una posición neutral en el conflicto bélico, pero los militares deseaban obtener información sobre los efectos de los gases en el frente de batalla y sobre radiotransmisores.
Así fue que, en 1917, la Armada le pidió a Enrique Susini que viajara a Francia. De ese viaje, el médico radioaficionado regresó con equipos de 5 kw que habían sido usados por el ejército francés.
De todos modos, la Primera Guerra también les trajo alguna consecuencia: Carranza fue obligado a desmontar la antena de radio que tenía en la terraza en su casa de Libertad y Paraguay por ser sospechoso de pasar datos a los barcos alemanes.
Aquel 27 de agosto histórico, los jóvenes habían agregado una bocina para sordos a un micrófono y juntos a un transmisor de 5 vatios, casi atado con alambres, trepados a la azotea del Coliseo, volvieron su sueño realidad.
La transmisión fue realizada de manera exitosa, aunque solo la escucharon los pocos que poseían auriculares “a galena” en Buenos Aires.
A partir de ese momento, las emisiones se sucedieron sin interrupciones. Al día siguiente, se transmitieron las óperas Aída, Parsifal nuevamente y, a la noche, Iris.
Ese acontecimiento originó la primera licencia de la radiodifusión nacional: LOR, Radio Argentina, que transmitiría regularmente desde diversos teatros, incluyendo el Colón, lo que resaltaba los deseos de los cuatro jóvenes de difundir el arte y la cultura.
Los cuatro impulsores de la radio hicieron importantes recorridos en sus vidas:
Enrique Susini, además de médico, fue profesor de canto y violín, y llegó a ser director del Teatro Colón.
También dirigió una película con Lola Membrives como protagonista, La chismosa (1938) con la que obtuvo la primera distinción internacional para el cine argentino en el Festival de Venecia. Además, fue el primer director general de Canal 7.
Miguel Mujica también fue médico y llegó a ser ministro de Comunicaciones durante el gobierno de Frondizi.
César Guerrico fue un médico de renombre y director de radio Splendid.
Luis Romero Carranza se convirtió en radiólogo y fundó la primera fábrica de celuloide virgen para cine.
Patentó el sistema de grabación de sonido y el micrófono de velocidad.