Día de la Tierra.
El Día de la Tierra o de la Madre Tierra se celebra cada año el 22 de abril y fue festejado por primera vez por las Naciones Unidas en 1970, siguiendo las intenciones del movimiento ambientalista de Estados Unidos.
Es un momento para celebrar, pero también una oportunidad para informar sobre el estado del medio ambiente y dar consejos sobre cómo contaminar menos y preservar los ecosistemas.
Entre enero y febrero de 1969, en Santa Bárbara, California, se produjo uno de los desastres ambientales más graves en Estados Unidos, causado por el derrame de petróleo de un pozo de la Unión Petrolera, este hecho sirvió para llamar la atención de la opinión pública sobre la situación de nuestro planeta.
En más de 45 años, el Día de la Tierra ha contribuido significativamente a las iniciativas ambientales en todo el mundo que, en 1992, condujeron a la organización en Río de Janeiro de la llamada Cumbre de la Tierra, la primera conferencia mundial de Jefes de Estado sobre el medio ambiente.
Desde entonces, el Día de la Tierra también se ha convertido en una oportunidad para difundir información científica y concienciar a la gente sobre los riesgos que plantea el calentamiento global y las soluciones que se pueden adoptar para combatirlo.
El cambio climático es una de las mayores amenazas para el desarrollo sostenible en todo el mundo y es consecuencia de las acciones insostenibles de la humanidad, que tienen implicaciones directas en la vida de las generaciones futuras.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Acuerdo de París fomentan la cooperación internacional entre las partes sobre educación, formación, conciencianción pública, participación pública y acceso público a la información sobre el cambio climático.
La ONU anuncia que el 23 de septiembre de 2019 se celebrará la Cumbre del Clima, organizada por el Secretario General António Guterres, para hacer frente al cambio climático y acelerar la implementación del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
El Papa Francisco en diversas oportunidades se ha pronunciado en defensa de la tierra y en la promoción del cuidado de la Casa Común. En uno de sus últimos discursos, dirigido a los Empresarios que participaron en el encuentro con motivo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, el Pontífice manifestó que, “cada uno de nosotros tiene también una responsabilidad para con los demás y con el futuro de nuestro planeta. Del mismo modo, la economía debe servir al hombre, no explotarlo y robarle sus recursos”.
“Mi esperanza – concluyó el Pontífice – es que los hombres y mujeres de nuestro tiempo, reconociéndose unos a otros como hijos e hijas del Padre y Creador que está en los cielos, contribuyan cada vez más y más concretamente a que todos puedan compartir los recursos preciosos de la tierra”.