Día de la Unidad Latinoamericana.
Desde el año 2001 se celebra cada 22 de junio, el Día de la Unidad Latinoamericana, promovido por el Parlamento Latinoamericano, como homenaje a la Instalación del Congreso.
El Congreso Anfictiónico (Asamblea de los anfictiones o diputados) de Panamá sesionó desde el 22 de junio hasta el 15 de julio de 1826.
Bolívar recogió en la convocatoria, cartas circulares libradas en Lima el 7 de diciembre de 1824, el sueño de Miranda y los otros grandes próceres, que era su propio sueño.
Se iniciaba indicando que después de las luchas libradas por la Independencia (aún no completada, pues faltaban dos días para el gran Ayacucho), “es tiempo ya que los intereses y las relaciones que unen a las repúblicas americanas, antes colonias españolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible, la duración de estos gobiernos”. Y se proponía forjar el “cuerpo anfictiónico” mediante una Asamblea de Plenipotenciarios que representaría la unidad para todos los intereses comunes y decisiones públicas fundamentales.
El Congreso Anfictiónico tenía el gran objetivo de crear una confederación de los pueblos iberoamericanos, desde México hasta Chile y Argentina.
Era el momento cumbre de las revoluciones independentistas hispanoamericanas. Simón Bolívar y el mariscal Antonio Sucre, acababan de liberar el Alto Perú (Bolivia), último bastión del realismo español en el continente. Salvo Cuba y Puerto Rico, toda la América hispana era finalmente libre, luego de décadas de guerras contra el poder colonial.
Entre los temas discutidos en este congreso, prevalecía el apoyo a la independencia de estos dos países, la abolición de la esclavitud en todos los Estados confederados y la organización de un cuerpo de normas de derecho internacional.
Se conmemora este día, como un intento para consolidar la unidad y fomentar la alianza entre los pueblos, con el pensamiento de lograr la emancipación de los países latinoamericanos y caribeños contra todo intento de dominio imperialista.
El Libertador Simón Bolívar, avizoró el destino de América, pronosticando además que “los Estados Unidos están destinados por la providencia a plagar de hambre y miseria la América en nombre de la libertad”.
Había que unirse y reforzarse, pues los peligros acechaban a los inexpertos estados: la anarquía interior, la posibilidad de invasiones de reconquista por parte de Fernando VII apoyado por la Santa Alianza europea, la voracidad comercial del imperio británico y de los ya temibles Estados Unidos.
El gran proyecto de Bolívar fue la transformación de la lucha anticolonialista por la independencia en un régimen revolucionario que asumiera los profundos cambios democráticos, por el camino del progreso de la situación material y social de las masas populares.