Día de la Virgen de Luján.
El 8 de mayo se celebra el Día de la Virgen de Luján, una figura central en la fe católica argentina y considerada la protectora espiritual del país. La historia de su devoción tiene casi 400 años.
La fecha recuerda la llegada de su imagen a la provincia de Buenos Aires en 1630. Según la tradición, una carreta que llevaba su figura quedó milagrosamente detenida al llegar a Luján, lo que fue interpretado como un signo divino.
Desde entonces, su imagen se venera en la Basílica de Luján y cada año recibe a millones de peregrinos que caminan en su honor. En 1930, el Papa Pío XI la declaró oficialmente patrona de la Argentina.
La historia de Nuestra Señora de Luján comienza en el año 1628, cuando un ciudadano portugués radicado en Santiago del Estero llamado Antonio Farías Sáa cedió una de sus haciendas en honor a la Virgen María.
De esta manera, el fiel ordenó a un colega en Brasil que le enviara una imagen de la Inmaculada Concepción de María.
Dos años más tarde, dos figuras creadas con un material denominado terracota arribaron al puerto de Buenos Aires.
El paquete había partido de San Pablo y consistía en dos cuerpos de 38 centímetros, con figuras de nubes, cuatro ángeles, una luna y un manto azul que la Virgen sostenía con sus manos.
Las figuras fueron colocadas por individuales en cajones individuales y emprendieron viaje en carretas hacia Sumampa, Santiago del Estero.
Al pasar por Zelaya, en el partido de Pilar, uno de los carros se detuvo. A pesar de empujar el vehículo, era imposible continuar la marcha. De esta manera, el conductor decidió retirar algunos paquetes para aliviar el peso, pero el problema continuaba.
Los vecinos se acercaron a observar el incidente y sintieron curiosidad por conocer el contenido de las cajas que cargaban. Al abrir una de estas, descubrieron las dos figuras de la Virgen. Es así que sintieron que era la voluntad de la Santa Madre quedarse en ese sitio a la orilla del río Luján. Con el tiempo, este lugar fue nombrado como el Pasaje de la Virgen y se ubicó una de las estatuillas en una estancia cercana donde se construiría una capilla más adelante.
Dicha estatua, de 38 centímetros de altura, todavía se conserva en la Basílica de Luján, que fue construida a cinco leguas del sitio donde se colocó la pequeña escultura por primera vez.