Día de Todos los Santos
El Día de Todos los Santos forma parte de la tradición católica, instituida en honor de todos los santos, canonizados o no. Se celebra el 1 de noviembre, aunque para la Iglesia ortodoxa se conmemora el primer domingo después de Pentecostés.
La fiesta tiene sus orígenes en las catacumbas, en donde los antiguos cristianos acostumbraban celebrar misa junto a los restos mortales de aquellos numerosísimos mártires que, principalmente en tiempos de Diocleciano, fueron inmolados.
La fecha se vinculó luego a la consagración de una capilla en la Basílica de San Pedro en honor a todos los santos, llevada a cabo por el Papa Gregorio III (731-741), quien fijó como fecha de su recordación el 1 de noviembre. Posteriormente, a mediados del siglo IX, Gregorio IV extendió esa celebración a toda la Iglesia.