Día del Animal.
El Día del Animal se celebra en Argentina cada año el día 29 de abril.
La fecha se toma como conmemoración al fallecimiento del doctor Ignacio Lucas de Albarracín, quien fue fundador y presidente de la Sociedad Protectora de Animales en Argentina.
La fecha es un recuerdo al amor que le debemos a todas las especies animales de nuestro planeta y, en especial a nuestras mascotas, que forman parte esencial de nuestro núcleo familiar.
El Día del Animal, además de ser un homenaje al fallecimiento del ilustre doctor Albarracín, es un recuerdo de que con su ayuda, Argentina fue el primer país en promulgar una ley que protegiera a los animales de tratos abusivos o explotación por parte de sus dueños.
En 1879, el doctor Ignacio Lucas de Albarracín fue el secretario de la Sociedad Argentina Protectora de Animales y, más tarde en 1885, llegó a ser presidente de dicha sociedad, en la que luchó para que se prohibieran las riñas de gallos, corridas de toros y tiros a la paloma.
Su gestión loable y protectora de animales le ganó afectos entre la población, logrando que el 25 de julio de 1891, se promulgase la famosa Ley Sarmiento, que no es otra que la Ley Nacional de Protección de Animales bajo el número 2786.
Con dicha ley se creaba uno de los tratados más importantes contra la crueldad animal más importantes de Argentina. La ley trataba de aspectos básicos como calidad y cantidad de comida, cautiverio, descansos según las estaciones del año, castigos y tratos crueles cometidos contra los animales.
Albarracín, en compañía de Clemente Onelli, director del Jardín Zoológico, resolvieron en celebrar, en 1908, un día dedicado a los animales que para aquella fecha ocurría el 2 de abril.
El Día Mundial de los Animales se celebra el 4 de octubre desde el año 1929, la fecha surgió por iniciativa de la Organización Mundial de Protección Animal reunida en la ciudad de Viena.
Al igual que ocurre en nuestro país, el propósito central de la celebración es valorar la importancia de todas las especies de animales que conviven en nuestro mundo.
Además, es una forma de visibilizar los tratos crueles que sufren algunas especies por parte de empresas, corporaciones y grupos humanos, que someten a ciertos animales a trabajos esclavizantes o a experimentos de laboratorios.
Albarracín nació en Córdoba el 31 de julio de 1850; fue un importante abogado que dedicó su vida a defender a los animales, entendiendo su necesidad de protección frente a los tratos abusivos a los que eran sometidos, declarando que su relación con los seres humanos no tenia porque ser cruel o martirizante.
Su lucha principal fueron las riñas de gallos y la doma de potros, le era principalmente doloroso ver cómo la gente de Buenos Aires asistía a las corridas de toros, eventos donde la crueldad y la matanza eran el principal espectáculo.
Logró que los dueños de caballos protegieran las cabezas de los equinos en verano, estaba en contra de las situaciones deplorables de los animales en los zoológicos. La privación de libertad de las águilas en las jaulas de dichos lugares era algo que condenaba categóricamente.
Su vida estuvo dedicada a una de más nobles causas. Murió el 29 de abril de 1926.