Día del Terapista Ocupacional.
En 1956, a raíz de la epidemia de poliomielitis que asoló la Argentina, se estableció en el Centro de Rehabilitación del Lisiado de Buenos Aires un programa terapéutico; fue el antecedente de la primera Escuela Nacional de Terapia Ocupacional argentina -y también latinoamericana- fundada en Buenos Aires en Noviembre de 1959 según los principios básicos de la Federación Mundial de Terapistas Ocupacionales.
Esta disciplina se ocupa de restablecer el bienestar psicosocial de aquellas personas afectadas en una función o estructura corporal mediante la valoración de su potencial para el logro de nuevas destrezas; el objetivo es que la persona tenga una vida lo más independiente posible.
Como homenaje a estos profesionales se instituyó este día en ocasión de realizarse el 10 de septiembre de 1985 en la provincia de La Rioja el primer Congreso Argentino de Terapia Ocupacional.
¿Qué es Terapia Ocupacional?
Es una disciplina de la salud, rama de la rehabilitación, que busca mejorar, mantener y/o recuperar la funcionalidad del paciente, cuya vida cotidiana ha sido afectada por razones relacionadas con problemática física, sensorial, perceptiva, cognitiva, psicológica y/o social.
La terapia ocupacional define la ocupación como “los comportamientos a través de los cuales los seres humanos, colectiva o individualmente, forman su espacio en el mundo físico, temporal y social” (Kielhofner, 1997).
El Modelo de la Ocupación Humana esta basado en la creencia de que la ocupación es un aspecto central de la experiencia humana.
Conceptualiza al hombre como un sistema abierto que se desempeña en 3 áreas ocupacionales:
– Actividades de la vida diaria o de autocuidado (AVD), Básicas (alimentación, higiene, baño, arreglo personal y el vestido e Instrumentales (mantenimiento del hogar, manejo del dinero, manejo de la medicación, uso de transporte público o de sistemas de comunicación, preparación de comidas y la realización de compras). Lawton notó que el desempeño satisfactorio de las tareas de AVD complejas (es decir, cocinar, uso del dinero, etc.) requieren un nivel de organización neuropsicológica mas alto que el requerido para el desempeño de tareas de autocuidado.
– Actividades laborales o productivas (el trabajo en si, el estudio y el voluntariado).
– Actividades de juego o esparcimiento (tiempo libre, participación en actividades de interés, hobbies, clubes, etc.).
¿Para que sirve una evaluación desde Terapia Ocupacional?
Proporciona información sobre el nivel de funcionalidad del paciente en su medio ambiente y sobre cuales son los componentes (motores, cognitivos, por ejemplo) que interfieren en el normal desempeño del mismo. La evaluación informa acerca de los factores que impiden el desempeño de tareas, si estas deficiencias pueden corregirse y si el paciente debe y puede aprender a realizar las tareas con estrategias y/o técnicas adaptadas, buscando facilitar la autonomía del individuo y así mejorar su calidad de vida.