Día del/la Calesitero/a.
Todos los años, el 4 de noviembre se celebra el día del Calesitero en honor a «Don Luis», quien tenía una calesita del año 1920. Luis Rodriguez nació en un conventillo del barrio porteño de San Cristóbal el 4 de noviembre de 1919.
Después de dar vueltas en diversos puntos de la ciudad, continuó funcionando desde el año 1963 en el patio de su propia casa, en la esquina de Ramón Falcón y Miralla del barrio de Liniers.
Cualquiera que de pequeño haya vivido en el barrio de Liniers o en Villa Luro seguramente haya disfrutado de la histórica calesita, la única en el mundo ubicada en el patio de una casa, la de Don Luis, el ángel de la sortija que supo convertirse en abuelo de varias generaciones de vecinos.
El 27 de junio pasado se cumplieron diez años de la partida de Don Luis Rodríguez. Sin embargo, su emblemática calesita sigue girando en el patio de la casa y son varios los vecinos que día tras día mantienen vivo su recuerdo.
José Luis, el ahijado de Don Luis, hoy se encarga de hacer girar el carrusel para que el fantasma del calesitero siga atravesando a las nuevas generaciones.
Desde que Don Luis partió a la eternidad José Luis se encarga de mantener la calesita y hacerla girar para que nuevas generaciones sigan disfrutando de su magia.
La abre de martes a domingos entre las 16 y las 19, y en invierno un rato antes, a las dos o tres de la tarde.