Día del/la Musico/a
Hoy jueves 23 de enero cumpliría 75 años Luis Alberto Spinetta por ello se celebra el Día del Músico en conmemoración de su nacimiento.
Pasaron 13 años desde que murió y en todo momento se lo extraña, aunque afortunadamente, su obra permanece viva, vigente, sonando en parlantes, escenarios, discos, plataformas, aplicaciones, y en la mente de millones de personas que aún lo evocan a diario.
Spinetta es el sinónimo de la estética al servicio de la ética, el arte no transable, y por eso, es el Gardel de la música contemporánea: cada día, mejor (canta, toca, compone, escribe e ilumina).
En 2015 se instituyó, en conmemoración de su nacimiento, el Día Nacional del Músico, según dice la Ley 27.106, acción institucional movilizada desde el Instituto Nacional de la Música (INAMU).
Como todo y como siempre, esto despertó algunas polémicas en los ámbitos artísticos musicales, pero a diferencia de otras discusiones eternas, esta se zanja en la coincidencia de que tanto la obra como la calidad humana de Spinetta, son indiscutibles.
Nació el 23 de enero de 1950 en el barrio de Belgrano.
Su infancia estuvo marcada por el arte: su padre, Luis Santiago Spinetta, era un cantante de tangos aficionado, y su madre, Julia Ramírez, lo alentó a explorar su creatividad.
Desde joven, Spinetta mostró una inclinación por la poesía y la música. Su primera presentación en público fue en un concurso escolar, donde interpretó una canción de Elvis Presley, luego en la televisión, el adolescente interpretó el bolero «Sabor a nada» de Ramón Palito Ortega, con una entonación precisa y una condición histriónica admirables.
Su inquietud lectora y búsqueda artística le permitió navegar por las letras de grandes escritores. Rimbaud, César Vallejos, Walt Whitman, Antonin Artaud, quienes lo influyeron y aparecen en su obra no de modo textual ni rotunda, sino sutil y subrepticiamente. En paralelo, desarrolló su talento como guitarrista y compositor, como todos de su generación, deslumbrado por Los Beatles.
En 1967, junto a Emilio del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García, Spinetta formó Almendra, banda «fundadora» del rock argentino.
Su primer álbum «Almendra» (1969), incluyó clásicos como «Muchacha ojos de papel» y «Ana no duerme», que se convirtieron en himnos generacionales. El disco destacó por su innovadora portada, dibujada por Spinetta, y por su propuesta artística que fusionaba rock, poesía y referencias literarias.
Tras la disolución de Almendra «el flaco» comenza tocar junto a Juan Carlos Amaya, Osvaldo Frascino, Carlos Miguel Cutaia y David Oscar Lebón en Pescado Rabioso (1971), una banda de sonido más crudo y muy en sintonía con los nuevos sonidos del rock británico.
En 1974, Spinetta formó Invisible junto a Carlos Alberto Rufino y Héctor «Pomo» Lorenzo. Posteriormente, su hermano Gustavo Spinetta también se unió al grupo.
En 1975, lanzaron «Durazno Sangrando», inspirado por el libro «El Mensaje Reencontrado» de Louis Cattiaux.
El álbum es una de las cumbres del rock progresivo argentino. En 1976, editaron «El Jardín de los Presentes», un disco que fusiona tango, rock y música rioplatense.
En los años 80, Spinetta fundó Spinetta Jade, un proyecto que combinó rock y jazz.
Una banda que hizo notar la intransigencia de Spinetta ante el reclamo de sus fans que añoraban sus anteriores formaciones.
Los discos de esta etapa incluyen «Alma de Diamante» (1980), «Los Niños que Escriben en el Cielo» (1981), «Bajo Belgrano» (1983) y «Madre en Años Luz» (1984).
Entre 1984 y 1986 trabaja junto a Charly Gracía y Fito Paez dejando temas incomparables juntos, Rezo por Vos con Charly y el álbum doble La La La con Fito.
En 2009, Spinetta organizó el concierto «Las Bandas Eternas», un espectáculo que duró más de 5 horas.
En el estadio de Vélez consiguió reunir a los músicos más trascendentes del rock nacional, sus viejos compañeros, sus contemporáneos y los himnos de la música contemporánea argentina.
También compartieron escenario los artistas más amados por el «Flaco», sus talentoso hijos. Dante, Valentino, Catarina y Vera Spinetta.