Día Internacional de la Enfermedad de Moebius.
Compartimos con las personas y familias que conviven con Síndrome de Moebius en su Día Internacional que se celebra este 24 de enero.
Se trata de un síndrome extremadamente raro en el que dos importantes nervios craneales, el 6º y 7, no están totalmente desarrollados, causando parálisis facial y falta de movimiento en los ojos.
Las características de esta enfermedad hacen que el diagnóstico clínico se pueda realizar al momento de nacer. Normalmente la madre o el pediatra se dan cuenta de que la expresión del recién nacido no es normal.
El niño llora produce sonidos y lágrimas, con la ausencia de la mímica facial propia del llanto. Existe alteración en la succión por lo que debe recibir alimentación asistida.
Los efectos clínicos son múltiples, entre otros, dificultades iniciales para tragar que pueden llevar a déficit de desarrollo y los problemas que conllevan la falta de sonrisa, el babeo, y el habla y la pronunciación defectuosas.
Los síntomas más notables se presentan en las expresiones y las funciones faciales. En bebés recién nacidos, lo primero que se presenta es una incapacidad deteriorada de aspirar, y el babear excesivo, los ojos cruzados también pueden estar presentes. Aparte de eso, puede haber deformidades de la lengua y de la mandíbula, también de algunos miembros del cuerpo, incluyendo los pies deformados y/o los dedos pegados.
Aunque parece ser genético, su causa precisa aún es desconocida y las investigaciones médicas presentan teorías conflictivas. Este síndrome afecta a niños y niñas por igual; y, en algunos casos, parece haber un riesgo más alto de que se pase el trastorno de un padre afectado a su hijo.
Paul Julius Moebius fue un médico y psiquiatra alemán que a fines del siglo XIX descubrió la enfermedad.
En su memoria, cada 24 de enero (aniversario de su natalicio) se conmemora este día para concientizar y dar a conocer este síndrome poco frecuente.