Día Internacional de la Fibromialgia.
El 12 de mayo fue designado Día Internacional de la Fibromialgia y el síndrome de Fatiga Crónica en homenaje a la fecha de nacimiento de Florence Nightingale.
Florence Nightingale, fue enfermera, escritora y estadística británica, considerada precursora de la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería.
Se sospecha que Nightingale padecía fibromialgia o síndrome de fatiga crónica.
Este día se conmemora con el objetivo de concienciar a la población acerca de estas enfermedades que padecen entre el 3% y el 6% de la población mundial.
La Fibromialgia (FM) es un síndrome clínico de origen desconocido en el que el principal síntoma es el dolor musculo esquelético crónico y generalizado, que afecta tanto a miembros superiores como a inferiores y al raquis, durante al menos 3 meses consecutivos.
Pueden presentarse además otros síntomas como fatiga intensa, alteraciones del sueño, ansiedad, depresión, rigidez matutina o cefaleas, entre otros.
El Síndrome de Fatiga Crónica es un trastorno caracterizado por una falta de fuerzas, cansancio o fatiga acentuada que se prolonga en el tiempo y que interfiere en las actividades cotidianas de la persona. La fibromialgia fue reconocida como enfermedad por la OMS en 1992.
La prevalencia estimada de la FM en los países desarrollados se sitúa entre el 2 y el 6%.
Se desconocen las causas de estas enfermedades, si bien los desencadenantes podrían estar relacionados con algún trauma físico o emocional, infecciones por algún virus, si bien no se han identificado, alteraciones del sueño o también que determinadas áreas en el cerebro que son responsables del dolor reaccionen de manera muy diferente en estas personas. En la actualidad no se conocen medidas que prevengan la aparición de fibromialgia.
El síntoma principal de la fibromialgia es el dolor, que puede ser leve o intenso. Las áreas de dolor se denominan puntos de sensibilidad, los cuales se encuentran en el tejido blando de la parte posterior del cuello, los hombros, el tórax, la región lumbar, las caderas, las espinillas, los codos y las rodillas.
El dolor se irradia luego desde estas áreas. Las articulaciones no se afectan, aunque el dolor puede sentirse como si proviniera de ellas. El dolor puede empeorar con la actividad, el clima húmedo o frío, la ansiedad y el estrés. Todo esto hace que la fatiga, el estado anímico deprimido y los problemas con el sueño se den con frecuencia en los pacientes con Fibromialgia y Fatiga Crónica. También puede haber otros síntomas asociados como síndrome de intestino irritable, problemas de memoria y concentración, entumecimiento y hormigueo en manos y pies, disminución de la capacidad para el ejercicio y jaquecas o migrañas tensionales.
El diagnóstico está basado en criterios relacionados con el periodo durante el que se mantiene el dolor generalizado, el número y localización de las zonas afectadas y las pruebas que descartan la existencia de otras patologías. Por lo general el diagnóstico suele ser un proceso largo en el que intervienen diferentes especialistas que van descartando otras enfermedades. No existen pruebas ni de imagen ni analíticas que confirmen este diagnóstico. Las pruebas complementarias, en este caso, solo sirven para descartar otras enfermedades.