Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Las mujeres, han estado siempre, en todas las ciencias y a todos los niveles. Pero no las vemos, la historia se ha encargado de esconderlas. Han vivido, y todavía viven, a la sombra de sus colegas, relegadas por las élites intelectuales de cada época. Es el momento de que ocupen su lugar en esa historia.

La no participación de las mujeres en todos los aspectos de saber científico deriva en un impacto negativo en la ciencia que se desarrolla porque ¿cómo va a ser la mejor una ciencia que excluye las aportaciones, el talento, la visión y las capacidades de las mujeres? Sobre todos en el campo de la investigación. El cual se basa en la generación de nuevas ideas que surgen de la diversidad y no de un ideario uniforme. Este desequilibrio influye de diversas maneras en la investigación, una de ellas es la falta de temas específicos de las mujeres en los proyectos prioritarios de investigación. Las enfermedades cardiovasculares son un ejemplo conocido de cómo la prevención, la detección y el manejo de la enfermedad están influidos por la diferente percepción del riesgo por parte del médico, que asume que las mujeres tienen menor riesgo de presentar estas enfermedades y, por tanto, reciben menor atención.

Con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, la Asamblea General de las Naciones Unidas decide proclamar el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

La celebración del día 11 de febrero como el de las mujeres y niñas en la ciencia, pretende visibilizar la necesidad de educar en igualdad y que las niñas tengan acceso a la educación, que tengan los mismos derechos y oportunidades para acceder a órganos de decisión en el campo de la ciencia.

Es importante que las niñas tengan referentes femeninos en todos los campos del saber, por ello es importante que conozcan y aprecien las aportaciones de las mujeres en la ciencia. Es necesario que se sientan capaces de llegar a las metas que se propongan sin el “hándicap del género”.