Día Internacional de la Partera.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 5 de mayo como el Día Internacional de la Partera, en homenaje a todas las personas cuyas labores marcan la diferencia entre la vida o la muerte de un sin número de mujeres, sus hijas e hijos.
Las parteras, personas con conocimientos de partería o matronas se ocupan de atender a las mujeres (y a sus hijas o hijos recién nacidos) durante el embarazo, el parto y el periodo de tiempo posterior a este, ya que proporcionan asistencia médica y medidas de emergencia.
Algunas parteras calificadas pueden brindar información y servicios integrales de salud sexual y reproductiva, e incluso atención prenatal, obstétrica y posparto.
Desde el año 2008, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) ha trabajado con diversos gobiernos, asociados y encargados de elaborar políticas públicas, con el objetivo de ayudar a crear una fuerza laboral de parteras capacitadas que cuenten con los medios necesarios para ejercer su labor en entornos de bajos recursos.
Según la UNFPA, la cobertura y el apoyo universal a las intervenciones prestadas por las parteras y personas con conocimiento de partería podría evitar dos terceras partes de las muertes maternas y neonatales (salvarían 4.3 millones de vidas cada año), ya que la mayoría de estos fallecimientos son por complicaciones y enfermedades prevenibles con una atención prenatal y obstétrica adecuada.
No obstante la enorme responsabilidad que asumen las parteras y las personas con conocimiento de partería, en la actualidad enfrentan muchos desafíos para aumentar la disponibilidad de sus servicios: con frecuencia no son retribuidas de una manera justa, tienen escasos recursos y padecen grandes sesgos de género.
Visibilizar y capacitar a las mujeres y hombres que realizan estas labores de forma profesional y tradicional es una manera de garantizar derechos tan importantes como el derecho a la salud; derechos sexuales y reproductivos de las mujeres; el derecho a un embarazo saludable, así como el derecho a la salud neonatal y a la salud de niños, niñas y adolescentes; todos, componentes esenciales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.