Día Internacional de la Trabajadora del Hogar.
El 30 de marzo fue instituido como Día Internacional de la Trabajadora del Hogar, fecha acordada durante el Primer Congreso de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar, celebrado en Colombia en 199o, que busca destacar el trabajo que las mujeres realizan en el hogar y prevenir el maltrato físico y psicológico del que pueden ser víctimas.
Con la celebración además se intenta aumentar la cobertura e interés de los medios de comunicación sobre el tema de las trabajadoras del hogar y luchar para los derechos de las trabajadoras del hogar como salario justo, día de descanso semanal, seguridad social y prevención de la explotación de niños y niñas para el servicio doméstico lo que perjudica sus horas de escuela y vulneran sus derechos.
A lo largo de estos an?os de lucha, se han formado distintas organizaciones nacionales e internacionales que se esfuerzan por lograr las reformas legales necesarias para la igualdad de derechos con las trabajadoras del hogar. En 1988: la Conlactraho. En 2013: la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH) constituida por sindicatos de 4 continentes (África, Asia, Europa y Latinoamérica).
La OIT prioriza para esta ocasión la problemática de millones de niñas, niños y adolescentes que sigue trabajo en el servicio doméstico, prácticamente sin mejoras en su condición pese al paso de los años, desde que los países adherentes a los pactos de OIT, reconocieron la importancia de enfrentar el problema. Para la OIT, particularmente en América Latina, se sigue continuando con la explotación de niñas y niños, bajo la excusa de que son “protegidos” de formas distintas de abandono, o de la pobreza. Millones de niñas en edad de asistir a la escuela, o al secundario, siguen teniendo que priorizar su trabajo en hogares ajenos por lo general, antes de estudiar, en la mayoría de los casos a cambio de solo la comida, una cama, y en el mejor de los casos los útiles escolares para poder estudiar lo básico. Niñas y niños, sometidos a trabajo doméstico, están expuestos a ser acosados sexualmente o ser víctimas de violencia en sus distintas manifestaciones. Las sociedades latinoamericanas en general sigue amparando todavía en muchos estratos que el servicio doméstico infantil o adolescente es una suerte de “extensión cultural” de las obligaciones de las niñas en su “preparación” de vida como mujeres. Esa supuesta preparación adecuada para su futuro, se suele dar en condiciones que vulneran los derechos de las niñas, con una carga de marginación, racismo y exclusión social. La situación es peor, cuánto más pobre la zona, lo que dificulta más todavía el reconocimiento y el abordaje del problema. La OIT apunta en este nuevo 30 de marzo a que los medios de comunicación atiendan el tema de las trabajadoras del hogar, con focalización en la problemática de niñas, niños y adolescentes que se ven en la obligación de trabajar en servicio doméstico, ayudando a hacer visible un problema que en muchas sociedades, se mantiene aparentemente invisible. La formación de gremios y asociaciones, la lenta profesionalización de la actividad y los derechos ganados por las trabajadoras del hogar en cada país -salario justo, seguridad social obligatoria y día de descanso semanal- son grandes avances a recordar en la jornada, pero ello debe incidir directamente en la protección de menores de edad que trabajan en la actividad. |