Día Internacional del Beso.
Cada 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso, en honor al beso más largo de la historia entre una joven pareja tailandesa.
El Día Internacional del Beso celebra la fecha que surgió gracias al beso más largo de la historia, que duró 58 horas y que fue protagonizado por una pareja tailandesa durante un certamen. La pareja, de esta forma, rompía su propio récord de 46 horas consecutivas, logrado el 13 de abril del año anterior.
En muchas ciudades, diversos tipos de concursos se organizan este día en los que los participantes deben establecer registros de besos.
Será el segundo año consecutivo que el día no podrá celebrarse esta manifestación de cariño.
Besos tiernos en el cachete, besos de amor pleno entre padres a hijos, besos dulces de abuelos, besos de amigos, besos apasionados y también besos de compromiso son algunos ejemplos de la importancia que tiene en la sociedad un beso que en estos tiempos de distanciamiento social, no se dan ni se reciben.
Los besos ejercitan treinta 30 músculos faciales y activan el riego sanguíneo del rostro, lo que se traduce en un cutis más firme, suave y joven.
Los expertos señalan que los besos disminuyen el colesterol, refuerzan el sistema inmunitario y ayudan a reducir la presión arterial al aumentar los latidos de forma saludable.
Desatan un vendaval de calma y paz que también hace al sistema inmunitario más fuerte, además de aliviar el estrés y la tensión, algo muy necesario en estos momentos de confinamiento.
Los besos forman parte del lenguaje universal del amor pero además «ayuda a mitigar el dolor, refuerza el sistema inmunitario o libera endorfinas», lo que sería de mucha utilidad en el aislamiento impuesto por el coronavirus.