Día Internacional del Migrante.
El 4 de diciembre de 2000, la Asamblea General, teniendo en cuenta el gran y creciente número de migrantes en el mundo, proclamó el 18 de diciembre Día Internacional del Migrante (A/RES/55/93).
Ese día, en 1990, la Asamblea aprobó la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares (A/RES/45/158).
La migración es un fenómeno mundial impulsado por muchas fuerzas. Estas comienzan con aspiraciones de dignidad, seguridad y paz. La decisión de salir de casa es siempre extrema y, con demasiada frecuencia, el comienzo de un viaje peligroso, a veces con un final fatal.
La UNESCO está actuando para promover los compromisos relacionados con la migración del Programa de Desarrollo Sostenible para 2030. Esto comienza con la educación, promoviendo el acceso a una educación de calidad para los refugiados sirios y facilitando el reconocimiento de los diplomas y títulos de educación.
Existen diversos los factores que inciden en los movimientos de población. Dichos movimientos, que pueden ser voluntarios o forzosos, son el resultado de desastres, crisis económicas y situaciones de pobreza extrema o conflicto, cuya magnitud y frecuencia no dejan de aumentar. En 2020, había unos 281 millones migrantes internacionales, lo que corresponde al 3,6% de la población mundial.
Lo más difícil para ellos es alejarse de los suyos, pero después de eso vienen las dificultades económicas, la discriminación, y el olvido de una comunidad que, según estos datos, podría considerarse el sexto ‘país’ con más habitantes del mundo, después de China, India, Estados Unidos, Indonesia y Brasil.
Todos estos factores tendrán repercusiones de calado en las características y el alcance de la migración en el futuro, y determinarán las estrategias y políticas que los países deberán implementar para aprovechar el potencial de la migración, sin dejar de lado la protección de los derechos humanos fundamentales de los migrantes.
La Agenda 2030 promete no dejar a nadie atrás – esto debe incluir a todos los migrantes. Proteger sus derechos y su dignidad significa responder a las necesidades humanitarias y promover el desarrollo sostenible. Fundamentalmente, se trata de defender nuestra humanidad común a través de la solidaridad en la acción.