Día Mundial Contra la Pena de Muerte.
Desde el año 2003, se celebra cada 10 de octubre el Día Mundial contra la Pena de Muerte.
Esta iniciativa es impulsada por la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, un organismo creado por todas las organizaciones abolicionistas que buscan erradicar la pena capital.
Esta fecha, también vela por las condiciones en que dichos condenados se encuentran en los actuales momentos.
En definitiva, muchas organizaciones y gobiernos del mundo ya no ven como solución el matar a una persona por sus actos, sino que prefieren dejar intacta su existencia para que reflexione y sea consciente de las consecuencias de su acción.
Durante esta conmemoración miles de personas de todo el mundo salen a marchar o protestan en redes sociales con la meta no solo de abolir esta práctica, sino que se mejoren las condiciones en que se encuentran los condenados.
Esto debido a que la mayoría de la personas condenadas a muerte son encarceladas en lugares pequeños y aislados con el fin de que pocos miembros de la sociedad se acerquen.
Asimismo se busca garantizar un proceso justo, es decir, desde el arresto y la detención, el juicio y después de este.
En los casos de que la pena de muerte puede suceder, la representación legal es un punto clave porque puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Actualmente en China, Indonesia, Irán, Arabia Saudí, Pakistán, Irán y algunos estados de Estados Unidos, todavía existe esta pena capital, a pesar de intentos de organizaciones por eliminarla.
En muchos de los países en los que se impone la pena de muerte por delitos de drogas, la injusticia se ve agravada por el hecho de que las condenas a muerte se dictan tras juicios manifiestamente injustos.
En países como Arabia Saudita, Indonesia o Irán, a los acusados se les niega de forma habitual el acceso a abogados, o se los coacciona, mediante tortura y otros malos tratos, para que realicen “confesiones” que se admiten como prueba.