Día Mundial de la Ambliopía.
El 15 de octubre se celebra el Día Mundial de la Ambliopía, una fecha oportuna para atender a una de las tantas enfermedades visuales que afecta a un porcentaje de los niños durante su etapa temprana de desarrollo debido a que uno de sus ojos sufre un trastorno conocido como ojo perezoso u ojo vago.
La ambliopía o también llamado ojo vago es un trastorno visual que provoca alteración de la agudeza visual y que puede ocurrir por múltiples causas. Cuando esto pasa, la persona tiene una visión bastante pobre que no llega al cien por cien.
Es un padecimiento que, por lo general, se presenta en un sólo ojo, sin embargo, hay casos donde puede aparecer en los dos de manera simultánea.
Este tipo de patología se presenta a muy temprana edad, por lo que puede ser corregido si el paciente es atendido por un especialista una vez que ha sido diagnosticado, pero si, por el contrario, es tratado de forma indebida, el daño puede ser irreversible.
En este sentido, es importante que el niño sea revisado antes de cumplir los cinco años de edad y en caso de presentar esta patología se pueda con tiempo, aplicar el debido tratamiento.
De acuerdo a los especialistas en este campo, la ambliopía puede deberse a muchas causas o malformaciones del ojo durante la gestación y una vez que nace el niño, pueden presentarse a medida que va creciendo.
Algunas de ellas son:
- Ojo bizco o estrabismo: Esto ocurre cuando uno o ambos ojos tiende a desviarse.
- Cataratas: Cuando hay catarata, la lente del ojo comienza a nublarse y la visión se torna opaca.
- Problemas de refracción en un ojo: Esto se presenta cuando uno de los ojos está imposibilitado para alcanzar un nivel correcto de focalización con respecto del otro ojo. Por lo general, lo sufren personas que presentan otras patologías como miopía, hipermetropía o astigmatismo.
Una vez que el niño ha acudido a la cita oftalmológica, el especialista implementará dos tipos distintos de metodologías que son las más efectivas en estos casos. La primera es ayudar al ojo perezoso tapando el ojo que no presenta dificultad con un parche.
Este procedimiento deberá llevarse a cabo todos los días durante varias horas consecutivas y esto se realizará durante semanas o quizás meses si así lo estima el médico.
Existe otra terapia, que consiste en aplicar unas gotas oftalmológicas para que la visión del ojo que está sano quede nublada de forma temporal.
Habrá pacientes que necesitarán el uso de gafas y en caso donde ninguno de estos tratamientos surta efecto, será necesario practicar una cirugía correctiva.
Muchas de las enfermedades visuales ocurren mucho antes de que el niño nazca y pueden deberse a factores genéticos, pero a medida que va creciendo también pueden incidir otros factores externos, de ahí la importancia de la revisión temprana durante la edad pediátrica y de esta manera poder tener un diagnóstico a tiempo de cualquier patología ocular.
En el caso del ojo vago es necesario recurrir a una serie de pruebas o exámenes visuales que permitan dar con la verdadera causa del problema y entre ellas están:
- El test de agudeza visual: Con este tipo de evaluación, el médico especialista podrá medir el nivel de agudeza visual que tenga el paciente y en el caso de estar por debajo del rango estimado, se estará en presencia de una ambliopía.
- Análisis de la motolidad ocular extrínseca: Con este test se mide el nivel de funcionamiento de los músculos de ambos ojos.
- Análisis de la motolidad ocular intrínseca: Sirve para medir el reflejo de las pupilas y así comprobar si funcionan correctamente.
- Cover test: Se utiliza para comprobar si el niño presenta estrabismo.
- Examen de Refracción: Para esto, es necesario dilatar la pupila y ver la presencia de otras anomalías oculares como por ejemplo la miopía.
- Examen de la Córnea: Para medir el nivel de transparencia de la córnea.
- Test de colores: Se utiliza para comprobar si el paciente sufre de daltonismo.
- La prueba de Estereopsis: Con esta evaluación se puede medir si se está en presencia de una visión binocular, donde ambos ojos pueden formar imágenes tridimensionales.
En la gran mayoría de los casos de pacientes que presentan este trastorno visual, un diagnóstico oportuno puede ayudar a que el niño recupere la visión de forma normal y esto se debe a que, en los primeros años de vida, el cerebro de los pequeños posee lo que se conoce con el nombre de plasticidad cerebral, la cual está presente durante la etapa de desarrollo y dura hasta los ocho años de edad aproximadamente.
Si, por el contrario, esto no ocurre, lo más probable es que el daño sea permanente y esto será una limitación para el niño en el proceso de aprendizaje, así como en otras áreas de su vida adulta.
Por esta razón, el chequeo oportuno cuando se sospeche la presencia de esta patología, es la mejor salida, ya que la ambliopía es una de las primeras causas de la pérdida de visión en los niños en todo el mundo.