Día Mundial de la Audición.
Este 3 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Audición, una fecha que busca generar conciencia sobre la detección oportuna y tratamiento para quienes padecen alguna discapacidad auditiva.
En el ámbito global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que al menos 700 millones de personas afectadas necesitarán atención otológica para mejorar su audición, así como otros servicios de rehabilitación.
El desarrollo tecnológico permite contar hoy con alternativas para tratar diversos tipos de hipoacusia como los audífonos, implantes cocleares e implantes osteointegrados.
Y ojo al dato: el 100% de la pérdida de audición se podría detectar a tiempo. Un gran número de personas afectadas por pérdida de la audición puede mejorarla con medicamentos, cirugía y el uso de audífonos y otros dispositivos. La sensibilización y el mejoramiento del acceso a servicios de atención primaria pueden ayudar a reducir la prevalencia y los efectos adversos de la pérdida de la audición.
Hoy el desarrollo tecnológico permite contar con diversas alternativas para tratar la pérdida auditiva que van desde los implantes y soluciones no implantables, así como la medicación. Según la OMS, las tecnologías auditivas como los audífonos y los implantes cocleares, si se acompañan de servicios de apoyo y de una terapia de rehabilitación adecuados, son eficaces y rentables y pueden ser ventajosas tanto para los niños como para los adultos.
En este Día Mundial de la Audición es importante resaltar la importancia de detectar y tratar la pérdida auditiva.
Por esa razón, el fonoaudiólogo de MED-EL, Jonathan Bareño, afirma que si no se hace un tratamiento temprano, se podrían generar otras complicaciones médicas como:
1. Demencia. Se estima que alrededor de 40% de pacientes con una dificultad auditiva pueden reportar un declive cognitivo acelerado, según Aging & Mental Health. Eso, en ‘plata blanca’ significa que algunos pacientes que no reciben estimulación auditiva demuestran que su corteza auditiva está menos desarrollada y un mayor riesgo de padecer este trastorno.
2. Depresión. La incapacidad para comunicarse y desempeñarse de manera autónoma lleva a los pacientes a sufrir de ansiedad y en ocasiones, ataques de pánico. Por ello, además de la detección a tiempo y de un proceso de rehabilitación por pérdida auditiva, es importante que la persona reciba atención sicológica oportuna. También puede generar apatía en la socialización.
3. Dificultades cardíacas y vasculares. Esta problemática no se genera tanto por la hipoacusia o pérdida auditiva sino por el estrés que produce, que en ocasiones desemboca en hipertensión por la dificultad comunicativa.
4. Desarrollo del lenguaje. En pacientes menores de 10 años, la pérdida auditiva genera un retraso en el desarrollo del lenguaje o difultades de aprendizaje escolar, que se puede complicar en estos tiempos de virtualidad. Es necesario trabajarla de manera temprana.
Además, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello alertó de dos casos de sordera súbita severa relacionados con el Covid-19 y destacó que podría tratarse de una complicación excepcional por posibles efectos del coronavirus sobre el nervio auditivo.
Especialistas indican que el virus puede afectar el sistema nervioso central y periférico e invadir el nervio coclear.