Día Mundial de la Salud Mental.
En 1995 la Federación Mundial para la Salud Mental y la Organización Mundial de la Salud instituyeron este día con el propósito de contribuir a la toma de conciencia acerca de los problemas de salud mental y a erradicar los mitos y estigmas en torno a este tema.
En 2021, la campaña que ha lanzado la OMS con motivo del Día Mundial de la Salud Mental se titula ‘Atención de salud mental para todos: hagámosla realidad’.
Este día representa una oportunidad para que los líderes gubernamentales, las organizaciones de la sociedad civil y muchas otras partes interesadas hablen de las medidas que ya están tomando y que pretenden tomar en apoyo de este objetivo.
La salud mental es un componente integral y esencial de la salud. La Constitución de la OMS dice que «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».
Una importante consecuencia de esta definición es que la considera como algo más que la ausencia de trastornos o discapacidades mentales.
En el contexto de los esfuerzos nacionales por desarrollar y aplicar políticas relativas a la salud mental, es esencial tener en cuenta dos aspectos:
- Proteger y promover el bienestar mental de los ciudadanos.
- Satisfacer las necesidades de las personas con trastornos.
A pesar de que en los últimos tiempo había mejorado considerablemente el conocimiento sobre lo que hay que hacer con respecto a la salud mental, la crisis del Covid-19 ha cambiado esa mejora.
El efecto que la pandemia ha tenido es negativo, como veremos más adelante. Por eso cobra mucha importancia abordar los trastornos mentales.
Entre las intervenciones costoeficaces, viables y asequibles se pueden mencionar:
- Tratamiento de la epilepsia con medicación antiepiléptica;
- Tratamiento de la depresión con psicoterapia y, en casos moderados y graves, antidepresivos (genéricos);
- Aplicación de impuestos a las bebidas alcohólicas y restricción de su disponibilidad y comercialización;
- Tratamiento de la psicosis con medicamentos antipsicóticos más antiguos y apoyo psicosocial al paciente.
También existe una serie de medidas eficaces para prevenir el suicidio; prevenir y tratar trastornos mentales en niños; prevenir y tratar la demencia; y tratar los trastornos relacionados con el consumo de sustancias. El Programa de acción para superar la brecha en salud mental (mhGAP) ha elaborado directrices basadas en la evidencia para que los no especialistas puedan identificar y atender mejor una serie de trastornos mentales prioritarios.
La pandemia del Covid-19 nos ha cambiado la vida y ha tenido mucha influencia en la salud mental. Debido a esta crisis sanitaria, la situación se ha agravado, aumentando los nuevos casos de afecciones y empeorando las preexistentes.
Algunos grupos, como los trabajadores de la salud y otros trabajadores de primera línea, los estudiantes, las personas que viven solas y las que tienen afecciones mentales preexistentes, se han visto especialmente afectados. Y los servicios de atención para los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias se han visto considerablemente interrumpidos.
Existen una serie de pasos que seguir con los cuáles se puede mejorar la salud mental de cada uno. Entre estos hábitos se encuentra principalmente el tener una actitud positiva ante la vida.
La salud mental es importante porque puede ayudar a la persona a:
- Hacer frente a los problemas de la vida
- Estar físicamente saludable
- Tener relaciones sanas
- Ser un aporte para su comunidad
- Trabajar en forma productiva
- Alcanzar su potencial
A partir de este principio podemos destacar una serie de pautas como:
mantenerse en buena forma física; conectarse con los demás; desarrollar un sentido de significado y propósito en la vida; dormir lo suficiente; desarrollar habilidades para enfrentar problemas; meditar; u obtener ayuda profesional si lo necesita.