Día Mundial de los Cuidados Paliativos.
El tema del Día Mundial de los Cuidados Paliativos en 2021 es: «No dejar a nadie atrás: equidad en el acceso a los cuidados paliativos».
El objetivo de 2021 para este día mundial es exigir a los gobiernos un paquete de medidas para que los cuidados paliativos formen parte de los sistemas de salud públicos.
Ahora que la pandemia de COVID-19 ha hecho aún más vitales los cuidados paliativos, se pedirán mejoras a los responsables políticos para reconstruir mejor.
Los cuidados paliativos no son nada novedosos, surgieron durante la edad media, donde se intentaba dar cobijo y alivio al sufrimiento de los pacientes que perecían posteriormente debido al poco desarrollo en materia de salud y las condiciones sanitarias de la época.
En el año 1967, aparecería en Londres el primer hospicio que aceptaría a personas con enfermedades terminales.
Su propósito era el de brindar apoyo físico y psíquico, tanto a los pacientes como a sus familias para que pudiesen sobrellevar el duelo. Además, de realizar estudios para encontrar nuevos tratamientos que pudiesen alargar su tiempo de vida o curar esa enfermedad en el futuro.
Sin embargo, lo que hoy en día entendemos como un centro de cuidados paliativos no es lo mismo que un hospicio.
En un centro de cuidados paliativos el tiempo de vida estimado para el paciente debe superar los 6 meses y también, debe existir una pequeñísima probabilidad de que la enfermedad remita.
En cambio, un hospicio es un lugar en el que ya no hay vuelta atrás y solo se procura brindar la mejor atención al paciente y su núcleo familiar para que puedan aceptar la situación.
El objetivo es concienciar a las personas sobre este tipo de tratamientos y ayudarles a sobrellevar de mejor manera este tipo de circunstancias.
Los especialistas en cuidados paliativos centran su atención en brindarle al paciente terminal una nueva visión de su situación, una en la que pueden centrarse en todo lo bueno que sembró y en dar gracias a la vida, por haberles permitido disfrutar de ella así sea un breve momento.
Otra meta que tienen los especialistas es la de ayudar a las familias a prepararse para lo inevitable y poder sobre llevar de mejor manera la perdida. Para ello someten a todo el grupo familiar a terapias psicológicas y de trabajo social, cerrando cualquier proceso emocional que guarde relación con el paciente.