Día Mundial del Trastorno Bipolar .
Cada 30 de marzo se conmemora el Día Internacional del Trastorno Bipolar, una fecha destinada a generar conciencia sobre esta condición que afecta a millones de personas en el mundo.
Especialistas destacan la importancia del diagnóstico temprano, el tratamiento adecuado y la incorporación de estrategias que ayuden a sobrellevar la condición y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
Se manifiestan por una disminución de la necesidad de sueño, pensamiento acelerado y comportamientos impulsivos.
Se presenta fatiga, dificultades para concentrarse y pensamientos negativos recurrentes.
El trastorno bipolar puede confundirse con otros trastornos del estado de ánimo, por lo que es fundamental acudir a un especialista en salud mental para obtener un diagnóstico preciso.
La evaluación psiquiátrica y el seguimiento médico permiten determinar el tipo de trastorno bipolar (tipo I, tipo II o ciclotimia) y establecer un plan de tratamiento adecuado.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser eficaz para ayudar a los pacientes a reconocer patrones de pensamiento y comportamiento, gestionar el estrés y mejorar la estabilidad emocional.
La comprensión y el acompañamiento pueden marcar una gran diferencia en la vida de quienes conviven con esta condición.
El trastorno bipolar es una condición crónica, pero con el tratamiento adecuado y estrategias de autocuidado, es posible llevar una vida plena y funcional. La información, el apoyo y la atención profesional son pilares esenciales para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.
En el marco del Día Internacional del Trastorno Bipolar, es importante seguir fomentando la concienciación y eliminar estigmas en torno a la salud mental.
El trastorno bipolar, antes denominado depresión maníaca, es una enfermedad mental que causa cambios del estado de ánimo extremos. Estos incluyen subidones emocionales, también conocidos como manía o hipomanía, y bajones, también conocidos como depresión. La hipomanía es menos extrema que la manía.
Cuando te deprimes, puedes sentirte triste o desesperanzado y perder el interés o el placer en la mayoría de las actividades.
Cuando tu estado de ánimo cambia a manía o hipomanía, puede que te sientas muy excitado o feliz (eufórico), lleno de energía o inusualmente irritable. Estos cambios del estado de ánimo pueden afectar tu sueño, energía, actividad, juicio, comportamiento y capacidad para pensar con claridad.
Las crisis de cambios del estado de ánimo de depresión a manía pueden ocurrir rara vez o varias veces al año.
Cada crisis dura varios días. Entre las crisis, algunas personas tienen largos períodos de estabilidad emocional. Otras pueden tener cambios del estado de ánimo con frecuencia, pasando de depresión a manía, o tener tanto depresión como manía al mismo tiempo.
Aunque el trastorno bipolar es una afección para toda la vida, puedes controlar tus cambios del estado de ánimo y otros síntomas siguiendo un plan de tratamiento. En la mayoría de los casos, los profesionales de atención médica usan medicamentos y terapia de conversación, también conocida como psicoterapia, para tratar el trastorno bipolar.
Existen varios tipos de trastornos bipolares y relacionados:
- Trastorno bipolar I. Has tenido al menos una crisis maníaca que puede aparecer antes o después de crisis hipomaníacas o depresivas mayores. En algunos casos, la manía puede causar una desconexión de la realidad. Esto se conoce como psicosis.
- Trastorno bipolar II. Has tenido al menos una crisis depresiva mayor y al menos una crisis hipomaníaca, pero nunca has tenido una crisis maníaca.
- Ciclotimia. Has tenido al menos dos años, o un año en niños y adolescentes, de muchos períodos de síntomas de hipomanía y períodos de síntomas depresivos. Estos síntomas son menos graves que la depresión mayor.
- Otros tipos. Estos tipos incluyen trastornos bipolares y trastornos relacionados debido a ciertos fármacos o al alcohol, o debido a una enfermedad, como la enfermedad de Cushing, la esclerosis múltiple o un accidente cerebrovascular.
Estos tipos pueden incluir manía o hipomanía, que es menos extrema que la manía, y depresión. Los síntomas pueden causar cambios en el estado de ánimo y el comportamiento que no se pueden predecir. Esto puede llevar a mucho sufrimiento emocional y causar que tengas un momento difícil en tu vida.
El trastorno bipolar II no es un tipo más leve de trastorno bipolar I. Es un diagnóstico aparte. Mientras que las crisis maníacas del trastorno bipolar I pueden ser graves y peligrosas, las personas que tienen trastorno bipolar II pueden estar deprimidas durante períodos más largos.
El trastorno bipolar puede comenzar a cualquier edad, pero se suele diagnosticar en los años de la adolescencia o al comienzo de la década de los 20 años. Los síntomas pueden variar según la persona y pueden cambiar con el paso del tiempo.
Manía e hipomanía
La manía y la hipomanía son diferentes, pero presentan síntomas similares. La manía es más grave que la hipomanía. Ocasiona problemas más notorios en el trabajo, la escuela y las actividades sociales, así como en las relaciones con los demás. La manía también puede ocasionar una ruptura con la realidad, conocida como psicosis. Podrías necesitar permanecer en el hospital para recibir tratamiento.
Las crisis maníacas e hipomaníacas incluyen tres o más de los siguientes síntomas:
- Estar mucho más activo, energético o agitado de lo habitual.
- Sentir una sensación distorsionada de bienestar o una confianza excesiva en uno mismo.
- Necesitar mucho menos sueño de lo habitual.
- Hablar de manera inusualmente rápida y excesiva.
- Tener pensamientos acelerados o saltar rápidamente de un tema a otro.
- Estar fácilmente distraído.
- Tomar malas decisiones. Por ejemplo, puedes embarcarte en compras impulsivas, asumir riesgos sexuales o hacer inversiones imprudentes.
Crisis depresiva mayor
Una crisis depresiva mayor incluye síntomas lo suficientemente graves como para dificultar la realización de las actividades diarias. Estas actividades incluyen ir al trabajo o a la escuela, participar en actividades sociales y llevarse bien con los demás.
Una crisis incluye cinco o más de los siguientes síntomas:
- Tener un estado de ánimo deprimido. Puedes sentirte triste, vacío, desesperanzado o propenso a llorar. Los niños y adolescentes que están deprimidos pueden parecer irritables, enojados u hostiles.
- Pérdida de interés o placer en la mayoría o en todas las actividades normales.
- Perder mucho peso sin estar a dieta o comer en exceso y ganar peso. Cuando los niños no ganan peso como se esperaba, esto puede ser un signo de depresión.
- Dormir demasiado o muy poco.
- Sentirse inquieto o actuar más lentamente de lo habitual.
- Sentirse muy cansado o perder energía.
- Sentirse inútil, sentir una culpa excesiva o sentir culpa cuando no es necesario.
- Tener dificultad para pensar o concentrarse o no poder tomar decisiones.
- Pensar, planear o intentar suicidarse.
Otras características del trastorno bipolar
Los síntomas de los trastornos bipolares, incluidas las crisis depresivas, pueden incluir otras características, tales como:
- Aflicción ansiosa, cuando sientes síntomas de ansiedad y miedo a perder el control.
- Melancolía, cuando estás muy triste y sientes una profunda pérdida de placer.
- Psicosis, cuando tus pensamientos o emociones se desconectan de la realidad.
El momento en que se presentan los síntomas puede describirse como:
- Mixto, cuando tienes síntomas de depresión y manía o hipomanía al mismo tiempo.
- Ciclado rápido, cuando has tenido cuatro crisis de estado de ánimo en el último año, alternando entre manía, hipomanía y depresión mayor.
Además, los síntomas bipolares pueden aparecer cuando estás embarazada. O los síntomas pueden cambiar con las estaciones.
Síntomas en niños y en adolescentes
Los síntomas de trastorno bipolar pueden ser difíciles de identificar en niños y en adolescentes. Con frecuencia es difícil poder decir si esos síntomas son los altibajos normales, o si son el resultado de estrés o de un trauma, o señales de un problema de la salud mental distinto del trastorno bipolar.
Los niños y adolescentes pueden tener crisis distintivas de depresión mayor o de manía o hipomanía. Pero el patrón puede variar con respecto a los adultos con trastorno bipolar. Los estados de ánimo pueden cambiar rápidamente durante las crisis. Algunos niños pueden tener períodos sin síntomas de estado de ánimo entre las crisis.
Los signos más notables de trastorno bipolar en niños y en adolescentes pueden comprender fuertes cambios del estado de ánimo que se diferencian de sus cambios del estado de ánimo habituales.
Cuándo debes consultar a un médico
A pesar de los estados de ánimo extremos, las personas que presentan trastorno bipolar, a menudo, no saben hasta qué punto su inestabilidad emocional altera sus vidas y las vidas de sus seres queridos. Como resultado, no reciben el tratamiento que necesitan.
Si eres como algunas personas que tienen trastorno bipolar, quizás disfrutes de la sensación de euforia y de los ciclos de ser más productivo. Pero a esta euforia siempre le sigue un choque emocional. Este choque puede dejarte deprimido y agotado. Podría causarte problemas para llevarte bien con los demás. También podría dejarte en problemas económicos o legales.
Si tienes algún síntoma de depresión o manía, consulta con tu profesional de atención médica o con un profesional de la salud mental. El trastorno bipolar no mejora solo. Un profesional de la salud mental con experiencia en trastornos bipolares puede ayudarte a controlar tus síntomas.
Cuándo pedir ayuda de urgencia
Los pensamientos sobre el suicidio y actuar en consecuencia son frecuentes en las personas con trastorno bipolar. Si estás pensando en hacerte daño, o si tienes un ser querido que está en peligro de suicidarse o de intentarlo, busca ayuda.
Puedes avisar a un familiar o amigo, ponerte en contacto con una línea directa para prevención del suicidio, llamar al 911 o al número local de emergencias o acudir al departamento de emergencias.